“CON DOS HORAS A LA SEMANA, EL YOGA TRANSFORMA LA VIDA”
Carlos Silva, director internacional del Instituto de Desarrollo Humano, señaló que las personas que practican esta actividad consiguen beneficios como dormir y vivir mejor e incluso vuelven a encontrar el equilibrio
Si las personas invirtieran el 1.19 por ciento del tiempo de una semana a practicar yoga su vida, su entorno se transformarían de manera positiva, aseguró Carlos Silva, director internacional del Instituto de Desarrollo Humano (IDH).
De acuerdo con el especialista, con dos horas a la semana, dos de 168, el 1.19 por ciento del tiempo semanal dedicado al yoga, una persona podría obtener diversos beneficios, entre los que destacan dormir mejor, mejor humor, vivir mejor y más relajado.
“A veces sí ocupamos una hora en muchas cosas que no nos sirven de nada.
“Si una persona aparta dos horas en la semana para la yoga se le transforma la vida, y no solo a ella, a su pareja, a su familia, en su trabajo, a la gente que se cruza con ella en la calle, es una herramienta que realmente sí ayuda a la gente”, afirmó.
Incluso, agregó, la actividad permite al cuerpo que vuelva a encontrar su equilibrio.
“Nuestro cuerpo de manera natural, un recién nacido, es perfecto, está en equilibrio, está en orden, y después por los malos hábitos, las presiones, el estrés, las tensiones, ese equilibrio se pierde, y cuando la persona pierde el equilibrio, entonces es más probable que se enoje más, se preocupe más, se moleste más”, compartió Carlos Silva.
Esta disciplina milenaria tiene diversos estilos, según explicó el experto; una de ellos es el Hatha yoga.
Ésta va dirigida a permitirle al cuerpo que vuelva a encontrar un equilibrio.
Dicha modalidad, refirió en entrevista, se practica en el Instituto de Desarrollo Humano que dirige.
Una sesión es suficiente para comprobar lo beneficios de esta herramienta.
“El primer beneficio y medular es que atiende el sistema nervioso central, así que lo primero que la persona logra cuando hace yoga es que se relaja, que se calma, y eso se logra en una sesión, y eso le va a permitir en automático, dormir mejor, y por ende va a descansar más, por lo cual al otro día se va a levantar de buen humor”, consideró.
Si la persona es más constante, es decir que practique dos o tres veces por semana en un mes, va a darse cuenta que su flexibilidad aumenta.
“Lo cual no es poco, ya que la flexibilidad física va ligada a la flexibilidad de los estímulos”, indicó.
Cabe señalar que la disciplina la pueden practicar desde un niño hasta una persona de la tercera edad, quienes, en su mayoría, buscan mejorar aspectos de salud, prosperidad y bienestar.
“No es nuestro interés que la persona se pare de cabeza o que la persona tenga una estructura específica, no importa, con poquito que vayas haciendo tu cuerpo va reaccionando”, destacó el director internacional del Instituto de Desarrollo Humano.