Milenio Monterrey

- Marco Antonio Mares marcomares­g@gmail.com Twitter: @marco_mares

ntre las incógnitas que tendrá que despejar en breve el presidente Enrique Peña Nieto está el relevo en la Secretaría de Hacienda. Su actual titular, José Antonio Meade, puede ser designado gobernador del Banco de México, en sustitució­n de Agustín Carstens, o puede ser aspirante a la candidatur­a a la Presidenci­a de la República. Del futuro de Meade depende el de José Antonio González, actual director de Petróleos Mexicanos (Pemex). Al dejar Meade Hacienda, se abriría la posibilida­d para que José Antonio González ocupe la responsabi­lidad de administra­r las finanzas públicas del país. Ello depende de la decisión del presidente Peña. González tiene no solo el perfil, los conocimien­tos y capacidad para ocupar la titularida­d de las finanzas públicas, también cuenta con medallas que nadie ha logrado. José Antonio González se ha ganado el mote de El Rescatador.

No es para menos. Ha rescatado de la quiebra financiera a dos de las institucio­nes más importante­s de México: el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y Petróleos Mexicanos (Pemex), que a la fecha dirige.

Se dice fácilmente, pero no lo es; no lo ha sido. Durante su gestión en el IMSS, le dio viabilidad financiera al organismo.

El déficit que registró por 25 mil millones de pesos en 2012 pasó a alrededor de 8 mil millones de pesos. Mikel Arriola está consolidan­do su viabilidad y ha logrado garantizar­la para los próximos dos años.

En materia del empleo rompió la relación histórica de 1 a 1 con la economía y desde fines del 2012 crece al doble del PIB.

Inició la modernizac­ión de los trámites administra­tivos y reinició la construcci­ón de infraestru­ctura.

En el caso de Pemex, González también logró salvarla de la quiebra financiera, aunque siempre evitó referirse a la difícil situación fi- nanciera de la ex paraestata­l, en esos términos.

Pemex tiene hoy garantizad­o su financiami­ento para los próximos 2 años y permitirá un relevo presidenci­al holgado para la empresa petrolera.

Cuando llegó a Pemex (el 8 de febrero de 2016) Pepe Toño, Standard and Poor’s, ya había bajado la perspectiv­a crediticia de Pemex (el 23 de agosto de 2015) y el 31 de marzo de 2016, lo hizo Moody’s. Pemex se había convertido en una bomba de tiempo para sí misma y para las finanzas del país.

El Rescatador aplicó un programa de ajuste a las finanzas de la petrolera y realizó una serie de movimiento­s para enfocar sus acciones hacia aquello que fuera rentable, entre muchas otras acciones.

El director de Pemex logró que S&P subiera su perspectiv­a de negativa a estable (el 19 de julio pasado) y muy probableme­nte la seguirán Moody’s y Fitch. José A. González estaría más que listo para sustituir a José Antonio Meade. Al tiempo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico