“Es un error pensar que el éxito es Hollywood”: Cuarón
Con un Oscar bajo el brazo por su labor en Gravity, el cineasta mexicano regresó a nuestro país para filmar Roma, película que dirigió y fotografió en su totalidad
Afonso Cuarón hizo historia el 2 de marzo de 2014 cuando alzó el Oscar a Mejor Director, convirtiéndose en el primer mexicano y latinoamericano en ganar la categoría. Sin embargo, a la distancia, el realizador tiene claro que ese no es su gran triunfo en la industria cinematográfica, incluso prefirió regresar a México a filmar su más reciente proyecto, que quedarse en Hollywood. “El mismo año que se hizo tanta alharaca a los Oscar por Alejandro (G. Iñárritu) y ElChivo (Lubezki), poco alarde se hizo que dos o tres años consecutivos, los premios fundamentales del Festival de Cannes fueron para mexicanos, eso no se felicita. La concepción de éxito y fama están muy confundidas (…) Es un error, para mí, prensar que el éxito es Hollywood”, asegura Cuarón.
El director de Gravity va más allá y acepta que en México el nivel de rechazo a producciones independientes sigue siendo de los más altos en el mundo, tal y como sucede en Estados Unidos, no obstante, confiesa que si estuviera al inicio de su carrera, al ver la cantidad de buenas producciones que logran superar las trabas, se replantearía su salida del país. “Si yo hubiese tenido las posibilidades como un cineasta joven, de lo que está sucediendo ahorita, es muy posible que no me hubiese ido. Ahora, si la necesidad creativa y temática te lleva a otras fronteras, qué bien. El periplo que me llevó empezar mi carrera aquí, salir y regresar, ha sido marcado por oportunidades que se han traducido en decisiones de vida”, explica.
En un universo fílmico acaparado por superhéroes, películas que Cuarón no desaprueba, solo las considera “la misma foto con distinto fi ltro de Instagram”; aplaudió que en México dos cineastas, a su parecer, son de los más preocupados por el estado de la humanidad y comerciales, porque en relación del costo por sus películas, han hecho más dinero. “Carlos Reygadas y Amat Escalante puedo decir que son los cineastas más comerciales de México, porque lo que cuestan sus producciones en relación al rendimiento, es impresionante, es mucho mayor que casi todas las grande películas comerciales mexicanas. Hay un apetito para ver esas películas. Ese puede ser un futuro sano del cine”, detalla el creativo.
Con esas particularidades en la industria nacional, Alfonso no dudó en regresar a rodar Roma, que significó su oportunidad de plasmar la historia a “su manera”, con el suficiente presupuesto y que además le permitió vencer la tentación de aceptar producciones más grandes, ser un “jefe de franquicias” e incluso cumplió un sueño. “Fue una película que me dio la oportunidad de salir del clóset fotográfico. Por primera vez la fotografié y dirigí completamente, fue un placer”, cuenta Cuarón, quien recuerda que la “irresponsabilidad” con la que fi lmó Ytumamátambién significó un antes y un después en su carrera, así como en la de su inseparable cinefotógrafo Emmanuel ElChivo Lubezki. “Hablamos que ( Ytúmamá también) era la película que hubiéramos hecho cuando no sabíamos hacer cine, fue una reeducación, hubo preocupación por el contexto y el medio ambiente alrededor de los personajes. Ahí fue más claro que los roles y lo que sucede a su alrededor eran una misma cosa, las dos historias eran importantes”, abunda Cuarón.
El cineasta asegura que no le gusta ver de nueva cuenta sus creaciones: “Mis colegas hablan de sus películas como bebés, hacen ediciones especiales, pero yo las veo como ex esposas. Nos quisimos mucho, cada quien trató de darse lo más posible, pero ya que partimos caminos no las quieres volver a ver”.