El objetivo era claro:
Crear una especie de protocolo de instalación y desarrollo para la captura de al menos unas 700 imágenes, con la idea de hacer un breve time-lapse del fenómeno
Intentaré describir el entorno del pasado Eclipse Total de Sol que atravesó el continente americano, partiendo en dos a los Estados Unidos de América y que se consideró uno de los eventos, si no el que más, mejor publicitado y generador de una gran derrama de dinero para los afortunados pueblos por donde cruzó la totalidad del eclipse.
En toda narración siempre hay un principio y en esta se remonta al mes de agosto de 2016, cuando preparándome para esta aventura reservé hospedaje en el hotel Ramada Inn en la población de Casper, en el estado de Wyoming, pues ésta tenía dos atractivos fundamentales: el eclipse duraría apenas unos segundos menos que en el lugar de mayor duración y que, por estar en un altiplano, habría una oportunidad dorada para que estuviese despejado.
Con mi reserva en mano, podía ahora planear instalar una noche antes, ahí en cualquier jardín del hotel, mi montura ecuatorial para darle perfecto seguimiento a todo el eclipse, con un telescopio equipado con una cámara CCD refrigerada y filtros de bloqueo de hidrógeno-alfa, sin preocuparme de prisas, aglomeramientos y mucha seguridad.
Ya con todos estos planes, ensayados en domingos por la tarde, para conocer a la perfección lo En 2024, el fenómeno se repetirá; cruzará México de Sinaloa a Coahuila que había que hacer y crear una especie de protocolo de instalación y desarrollo para la captura de al menos unas 700 imágenes, con la idea de hacer un breve timelapse del eclipse, a mediados de febrero de 2017, es decir siete meses después de la reservación, recibí un simple email donde el hotel me informaba que habían cometido un error en su sistema y que por ello debían cancelar mi reservación. Así las cosas, la calma y seguridad de los ensayos se vino abajo. Y por supuesto la pregunta fue: ¿Y ahora qué hago?
Todos los hoteles de Casper, que son tres, estaban saturados, las tarifas oscilaban los $2,500.00 dólares diarios, (en este punto entendí por qué me cancelaron, yo había reservado a tarifa normal de $95.00) así que no hubo más remedio que contratar un hotel en Rowlins, Wy, a unas dos horas de Casper y que ahí no habría totalidad del eclipse.
La opción no era placentera para tanta ilusión y tanto plan. Buscan- do, encontré que alguien rentaba una explanada de su propiedad en las montañas cercanas a Casper, donde además habría totalidad, eso implicaba llegar un día antes, pernoctar en tienda de campaña, esperar al eclipse, fotografiarlo y regresar al famoso, ahora, pueblo de Rawlins. Era una buena opción en ese momento y resultó excelente decisión llegado el día del eclipse.
Un día antes del eclipse, el 20 de agosto, me trasladé temprano de Rowlins a Casper, y la carretera fue bastante tranquila, incluso muy vacía. Al llegar a Casper, pasé por un WalMart para comprar hielo y me llevé la primera sorpresa agradable, el estacionamiento estaba a reventar,