Crea dudas plan de EU para bajar impuestos
Washington plantea una reducción para las empresas que va del actual 35% a 20% y disminuir tasas a ganancias en el exterior
Las corporaciones estadunidenses podrán ver que su tasa tributaria se reduzca por debajo de muchas de sus contrapartes en otros sitios, al amparo de un plan de gran alcance de la Casa Blanca y el Congreso que busca reducir el impuesto a las empresas a 20 por ciento, y en gran medida terminar con los gravámenes a las ganancias no generadas en Estados Unidos.
La propuesta se produce en un “marco” para una reforma fiscal que el presidente Donald Trump daría a conocer el miércoles mientras los republicanos buscan asegurar su primera victoria legislativa desde que asumió el cargo.
Pero eso deja sin resolver muchas preguntas legislativas difíciles. Los últimos intentos para derogar la reforma de salud del ex presidente Barack Obama —anteriormente la principal prioridad legislativa de Trump— se derrumbaron esta semana.
Reducir la tasa oficial de impuestos a las empresas a 20 por ciento en comparación con la actual de 35 por ciento, un nivel que las empresas estadunidenses dicen que las perjudica en la competencia mundial, las dejará lejos del 15 por ciento que prometió Trump cuando era candidato, pero es mejor de lo que algunos ejecutivos esperaban.
La Casa Blanca dice que el marco, que Trump quiere que sirva como base para la revisión más grande del código fiscal en una generación, impulsará el crecimiento de las empresas y ayudará a los estadunidenses de clase media sin tener que darle a los ricos un recorte de impuestos.
Tom Donohue, director de la Cámara de Comercio de EU, el grupo de cabildeo empresarial más grande, dijo: “El anuncio de hoy es una buena noticia para las familias y los empleadores estadunidenses. La reforma fiscal ayudará a las familias que batallan para llegar al fin de mes y a los empleadores que quieren que su negocio crezca y crear nuevos empleos”.
El marco de nueve páginas es más extenso que la propuesta fiscal de la Casa Blanca de una página que muchos ridiculizaron en abril, pero sus componentes son aspiraciones no vinculantes y está lejos de ser una pieza de legislación sobre la cual los legisladores podrían votar.
Steve Rosenthal, del Tax Policy Center, un grupo de expertos, dijo: “Lo más interesante es lo mal constituido que está el plan. Esperamos meses y meses para el programa de Trump, nos prometieron un plan y nos entregaron los principios. Nos lo prometieron de nuevo y en- tregaron un esqueleto de nueve páginas con márgenes amplios. ¿Entonces, dónde está la carne? Todavía no hemos podido ver algo de contenido”.
Para las personas, el marco reduce las tasas de impuestos de ingreso de siete actuales a tres, de 12 25 y 35 por ciento. Pero altos funcionarios de la administración dijeron que todavía no deciden a qué nivel de ingresos se aplicará la tasa. “No tratamos de escribir un proyecto de ley”, dijo un alto funcionario de la administración. “Tratamos de ofrecer un marco de trabajo y dejar algunos de esos detalles a los comités del Congreso”.
Los funcionarios de la administración también dijeron que dejarán a los redactores de impuestos en el Congreso la opción de agregar una cuarta tasa para los ricos, para de esa manera asegurar que los adinerados no tengan un beneficio desproporcionado con el plan. “Estamos comprometidos a asegurarnos de que el código fiscal sea al menos tan progresivo como el actual y no cambie la carga impositiva de la gente con altos ingresos a los contribuyentes con ingresos bajos y medios”, dijo un funcionario de la administración.
Los funcionarios señalaron que no pueden decir con confianza si los recortes de impuestos que se imaginan se podrán pagar totalmente o aumentará el déficit presupuestario de Estados Unidos, porque corresponde al Congreso establecer los parámetros fiscales en las próximas semanas.
Para las compañías, la tasa máxima promedio de impuestos corporativos a escala mundial es de 22.5 por ciento. La nueva tasa propuesta para EU estará por debajo de Francia, de 34 por ciento; Australia, 30, y Japón, 23 por ciento, de acuerdo con el grupo de expertos Tax Foundation.
En una medida que las empresas pedían desde hace mucho tiempo, el gobierno de Trump dijo que Estados Unidos pasará a un sistema “territorial” donde las empresas solo pagarán impuestos sobre las ganancias en EU, descartando la aplicación amplia de impuestos de EU a todos los ingresos alrededor del mundo.
La mayoría de los pares de Estados Unidos en el mundo industrializado solo aplican impuestos a las ganancias domésticas de las empresas. Pero el funcionario dijo: “Queremos asegurarnos de que al menos hay cierto nivel de impuestos sobre una base global” para las empresas que operan en “paraísos fiscales”.
Los republicanos dicen que el inflexible código fiscal de EU tiene una urgente necesidad de su primera gran revisión en una generación, y lo culpan de perjudicar la competitividad de Estados Unidos y de empujar a que algunas empresas cambien su sede o sus utilidades al extranjero.
La tasa máxima de impuestos para las llamadas entidades de traspaso de EU, empresas que transfieren las ganancias a sus dueños como individuos, se reducirá a 25 por ciento bajo la propuesta.
El nuevo marco de trabajo es el resultado de semanas de negociaciones entre la Casa Blanca, el Departamento del Tesoro y poderosos miembros del Congreso en el comité de presupuesto de la Cámara de Representantes y el comité de Finanzas del Senado, que desempeñan papeles claves en la legislación fiscal.
La duración de las conversaciones y la ausencia de señales claras de los avances dejó con preocupación a algunos ejecutivos empresariales, de que los legisladores no puedan encontrar el dinero o un campo político común para profundos recortes de impuestos.