Diálogo, pero con la independencia por delante
El número dos del gobierno de Cataluña, Oriol Junqueras, advirtió ayer que la oferta de diálogo formulada a Madrid debe tener como “referencia” la independencia de la región, lo que cierra un poco más la puerta a un entendimiento entre ambas partes. Cataluña está expectante a pocas horas de que expire, mañana temprano, el plazo dado por el gobierno central del mandatario Mariano Rajoy al presidente catalán, el independentista Carles Puigdemont.
Éste debe clarificar si el martes pasado declaró o no la secesión ante el Parlamento regional.
Si Puigdemont confirma la independencia, tendrá hasta el jueves para rectificar, de lo contario, el gobierno español está dispuesto a intervenir la amplia autonomía de que goza Cataluña, a través del artículo 155 de la Constitución.
Esto implicaría que Rajoy adoptaría “las medidas necesarias” para forzar a la región a cumplir con las obligaciones legales.
Por parte del gobierno central, el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, subrayó que la prioridad es que las autoridades catalanas reconduzcan la situación hacia la normalidad institucional, se dejen de ambigüedades y respondan al requerimiento del Ejecutivo.
El vicepresidente Junqueras agregó ante la dirección del partido que preside, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC, izquierda), que “la mejor manera de hacer la República, de hacer la independencia, es poder hacerla dialogando con todos, como mínimo con la comunidad internacional”.
Núria Gibert, portavoz del partido de extrema izquierda Candidatura de Unidad Popular (CUP) declaró sobre Puigdemont: “Que levante la suspensión (de la declaración de independencia) y haya un acto solemne e inteligible para la ciudadanía de proclamación de la República”.
Puigdemont tiene en contra a la justicia española, que lo está investigando a él y a su gobierno por presuntos delitos como el de “desobediencia”, y al empresariado catalán, que ante la incertidumbre política sacó de la región la sede social de sociedades muy importantes como Gas Natural o los bancos Caixabank y Sabadell.
La Unión Europea y varios países de AL, incluido México, no reconocen su independencia.