Cerrar los ojos y oler, la clave para degustar correctamente la bebida
El café, igual que el vino, adopta sabores, texturas y hasta sentimientos diferentes dependiendo de dónde fue producido. Y no solo depende de la tierra o del aire, sino de la técnica que utilizan los productores.
Esto queda claro tras la cata de café que dirige Christian Gurria, director general de Starbucks en México, quien entiende a fondo la degustación de la bebida y habla con emoción de la importancia de prepararlo de la manera correcta. “El primer paso es que esté caliente, y después hay que hacer como una cuevita con la mano, cerrar los ojos y oler. ¿A dónde Especialistas señalan que debe sorberse sin pena, haciendo ruido, para disfrutarlo mejor te transporta? ¿Qué te imaginas? ¿Qué se percibe? ¿Qué aromas?”, habla en voz alta para ahogar las risas de los demás comensales.
El café, caliente, negro, sin azúcar o leche, huele a café, hasta que el directivo dirige la conversación. Nueces, dulce, un poco de chocolate, aunque el café no ha sido endulzado.
Después, hay que sorber de la pequeña taza blanca. No como se Panques y rodajas de naranja, entre otros, resultan buenas combinaciones aprendió a hacerlo una vez que se aprendieron modales de mesa; como se hacía de niño cuando se tomaba una sopa caliente, explica Gurria. Sorber sin pena, haciendo ruido, para disfrutarlo mejor y para no quemarse. “¿Qué sabores distingues? ¿Huele a lo que sabe? Tiene tonos dulces. Se siente en la parte de atrás. Los cafés latinoamericanos tienen esa característica. Es un poco como el vino, bueno es como el vino, depende de la región del clima, del tipo de uva, hay variedades diferentes. Es igual con el café”, detalla.
Gurria procede a pedir una descripción personal del café. ¿A qué sabe? ¿Qué se percibe? Nuez, sí, chocolate, también, de repente. Es una característica del café chiapaneco, coincide. Finalmente, explica el maridaje del café se puede acompañar con diferentes alimentos. El panque y las rodajas de naranja salen a juego ahora. Una mordida, y un sorbo... y hay un sabor diferente del café. ¿Qué sigue? Terminar de disfrutar el café.