Según el ex secretario de Hacienda, el protocolo es novedoso “porque descansa en nuevos estatutos, nuevas prácticas; es la primera vez que va un simpatizante y con humildad pide el apoyo, pido que me haga suyo cada sector y eso no formaba parte de la trad
n todos los medios y medias apareció José Antonio Meade. Radio, teatro, cine y televisión, o como se diga, se ocuparon del aspirante del PRI a la Presidencia de la República. Que Meade responda de la economía, el derecho, las relaciones internacionales, el futuro, el pasado, la hacienda y el haciendo, su familia, sus padres, sus hijos, sus perros, su vida. En una de las mil entrevistas, Meade ha dicho que “no es el mismo acto de siempre, sino que tiene un renovado significado al descansar en nuevos principios; es liturgia renovada porque descansa en nuevos estatutos, nuevas prácticas. Es la primera vez que va un simpatizante y con humildad pide el apoyo, pido que me haga suyo cada sector y eso no formaba parte de la tradición del priismo”. Rayos y centellas, y si más bien fuera al revés, que los sectores pidieran con humildad que el candidato se entregara sin resistencia alguna. ¿No sucedió eso?
Todo mundo dice que Meade es una gran persona, si periodistas de fuste y fusta lo sostienen, debe ser cierto. Dijo Meade a su periódico El Universal, en una entrevista de Jorge Ramos: “Un ánimo constructivo que dé esperanza y reconcilie. Permitir a la sociedad civil trabajar de la mano del gobierno, que ciudadanos y partidos se sienten en la misma mesa”. Cantemos: “Solitaria camina la Bikina / Y la gente se pone a murmurar / Dicen que tiene una pena/ Dicen que tienes una pena, que la hace llorar”. A veces Gil canta las canciones que le da la gana cantar, nada más faltaba: “… la Bikinaaa-aa no conoce el amooor”. En fon. Gamés acepta que se ha desviado, pero es que le gusta cantar, como a Beatriz Gutiérrez, esposa de Liópez.
Hambre
Jorge Ramos de su periódico El Universal le preguntó por Ricardo Anaya y Andrés Manuel L(i)ópez Obrador a José Antonio Meade y él respondió esto: “En el caso de ambos lo que hay es hambre de poder y no ganas de transformar. El PRI se transformó y eso implicó sumar voluntades de militantes y simpatizantes, generar espacio de confianza y no de encono”.
Gil se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y meditó: ¿Meade ignora que para ir a una campaña presidencial hay que tener una sed inagotable de poder? Un político sin hambre de poder no sirve para maldita la cosa. ¿O si? Por lo demás, sí, el PRI suma voluntades. Mju, si cómo ño.
Meade en breve
Gil tomaba su café nespresso, una delicia que te puede mantener despierto cuatro días. Un sorbo, tres sorbos; otro café. En ésas estaba Gilga cuando leyó el artículo del Jorge Castañeda en su periódico El Financiero. La columna se llama “La pequeña historia” y es una obra de relojería analítica que se va usted de espaldas.
Castañeda: “El escándalo de la Gran Estafa tuvo lugar sobre todo en 2012 y 2013. Como se sabe, a través de ese esquema se desviaron 7 mil 670 millones de pesos a través de convenios con ocho universidades públicas”. Ay, Meade estaba a cargo de las finanzas del país. “En 2012, el secretario de Hacienda permitió, ordenó la transferencia de mil millones de pesos, vía la Secretaría de Relaciones Exteriores, para la organización Juntos Podemos”. ¿Cómo la ven? El candidato apartidista era ya un desastre de ceguera.
Castañeda: “En 2013 y 2014, cuando México se dedicó en cuerpo y alma a blanquear al gobierno de Calderón, el secrteario de Relaciones Exteriores era Meade”. Así las casas (muletilla patrocinada por Grupo Higa), el texto de Castañeda monta y desmonta la trayectoria de Meade. El candidato apartidista resulta entonces un eco de gritos en la cueva de los gobiernos de Calderón y Peña Nieto. Con ese material, Liópez dará cuenta de Meade, y el multisecretario tendrá que responder. Aigoeeei.
Todo es muy raro, caracho, como diría Faulkner: El pasado nunca muere, ni siquiera si es pasado.