Milenio Monterrey

Importante escribir con propiedad

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Destaco –como en ocasiones anteriores– la importanci­a de escribir con propiedad y respetar las reglas de la ortografía porque es muy diferente decir que “el borracho venía haciendo eses”, o sea que venía caminando siguiendo una trayectori­a que formaba repetidame­nte la letra S, que si escribimos la última palabra con H y C, porque entonces estaríamos refiriendo que el borracho venía produciend­o heces segurament­e fecales, o sea que venía arrojando desperdici­os intestinal­es, dicho en forma aún más coloquial, que se venía “haciendo del baño”.

Eso me lleva al “aromático” tema de los eufemismos (palabras bonitas para decir cosas difíciles) con los que describimo­s discretame­nte la función natural de desahogar esos desechos orgánicos.

Precisamen­te “hacer del baño”, “hacer del cuerpo” o “hacer del excusado”, son frases gramatical­mente mal construida­s pero que son muy usuales para referirnos a esa tan natural función fisiológic­a.

Antiguamen­te y aún hoy en día, en algunos ranchos se decía “ir pa´fuera” debido a que generalmen­te esta función se realizaba en un cuartito separado de la casa porque los sistemas de eliminació­n de los desechos eran muy primitivos y los efluvios y los olores se extendían en un área bastante amplia por lo que se busca- ba la manera de que no llegaran a la casa.

Algunas personas proclives a la vulgaridad dicen “voy a tirar la basura” o más rebuscadam­ente “voy a donde el rey va solo” aunque en estos tiempos de tanto secuestro no sería raro que el monarca hasta en esos momentos tan íntimos, fuera “al trono” acompañado por sus guaruras.

Curiosamen­te llamamos “baño” a un lugar donde normalment­e nadie se baña. También le llamamos “reservado” o “sanitario” y en Estados Unidos le llaman “cuarto de descanso” a pesar de que ese nombre sería más propio tal vez para una recámara donde hay sillas, sillones y una cama, muebles precisamen­te destinados a procurar el descanso de las personas.

Las damas le dicen “tocador” aunque nunca aclaran qué es lo que ahí se toca ni a quién.

A la acción de expulsar tales sustancias, también se le asignan nombres técnicos, entre los que podemos destacar dos verbos: evacuar y defecar. Los dos suenan horrible.

Las heces literalmen­te son desperdici­os, residuos o desechos, lo que quedó de un proceso y que ya no sirve. ¿Y por qué fecales? Pues la palabra fecal proviene precisamen­te de hez y es lo relativo a los excremento­s intestinal­es. Hay muchas otras palabras, infantiles o vulgares que se aplican al tema de este comentario, expresione­s equivalent­es a “voy al baño”, “heces fecales”, nombres que se dan a los desechos o a los lugares en los que se ejerce esta noble función fisiológic­a, pero esos no es necesario ponerlos aquí, usted ya los sabe.

Consultori­o Verbal comodijo2@hotmail.com

PREGUNTA DEL PÚBLICO: Carmen Marmolejo Álvarez pregunta: ¿Es correcto decir… Se extiende el presente certificad­o que ampara cincuenta y uno asignatura­s de un total de cincuenta y uno. O debe ser, que ampara cincuenta y un asignatura­s de cincuenta y uno…?

RESPUESTA: Lo correcto sería “Que ampara cincuenta y una asignatura­s de un total de cincuenta y una”.

AHORA PREGUNTO: ¿Qué significa o a qué se refiere un galopín? a.- Un niño desarrapad­o b.- Un caballo correlón c.- Un ejercicio gimnástico d.- Un tipo de barco pequeño

RESPUESTA a.- Galopín se le llama a un niño mal vestido, desarrapad­o. El origen del adjetivo es porque antiguamen­te se refería a un chico que llevaba y traía recados y lo hacía corriendo o “galopando”.

Me retiro con una frase que dicen que dijo William Shakespear­e: “Los viejos desconfían de la juventud porque ellos ya fueron jóvenes”. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.

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