Resolverán donativo aplicando encuesta
La Cruz Verde arrastra deuda de administración pasada
La deuda y el desorden financiero heredados de la administración anterior del Patronato, además del retiro de los apoyos gubernamentales, causaron el cierre indefinido de la Cruz Verde Monterrey.
Actualmente la institución tiene un pasivo de 5 millones de pesos por concepto de nómina, y de 10 millones por pagos a proveedores.
En entrevista, Yadira Leal, coordinadora general de Cruz Verde de Monterrey, señaló que desde julio de 2017 las finanzas cayeron en números rojos. La presidencia anterior del Patronato, a cargo de Thelma Cora Salinas González, no había pagado impuestos ni el Seguro Social de sus empleados.
Si bien los trabajadores siempre recibieron sus salarios de forma puntual, la institución iba acumulando un adeudo con los proveedores desde el 2014. Para abril de 2017, cuando ocurrió el cambio de gestión, aquello resultó ser un pasivo mayor a 10 millones de pesos. “No se pagaban impuestos. Los servicios del IMSS (y) las prestaciones que les ofrecían a sus trabajadores nunca se pagaron desde 2014. “Traían un adeudo de proveedores desde 2014 también, y surtían, surtían y no pagaban. Traemos todo ese pasivo haciéndonos ruido”, mencionó.
Por ello, desde entonces a la fecha, la Dirección decidió recortar gastos, por lo cual el número de trabajadores se redujo casi un 50 por ciento.
Ello se conjuntó con el rezago de trámites, entre ellos la constitución de la Cruz Verde de Monterrey como una Asociación de Beneficencia Privada (ABP). A pesar de que el Congreso local sugirió en 2016 hacer el cambio legal, la administración pasada del Patronato lo ignoró. Dicha omisión derivó en que el Gobierno del Estado haya dejado de brindar su aportación, que era de 700 mil pesos mensuales. “El plazo venció en mayo de 2017 y el Gobierno del Estado nos suspende el ingreso a partir de junio de ese año”, dijo.
Por otra parte, la suspensión del apoyo económico que otorgaba el municipio de Monterrey se remonta a julio de 2016, cuando la autoridad decidió romper el convenio a través del cual aportaba 1 millón 600 mil pesos mensuales a la Cruz Verde.
Luego de que se firmara el acuerdo el 31 de marzo de 2016, las donaciones solo fueron entregadas de abril a junio.
El argumento del alcalde Adrián de la Garza fue que la institución no comprobó gastos y había opacidad en el manejo de las finanzas.
Ante ello, el municipio inició una auditoría a las aportaciones entregadas a la Cruz Verde, pero hasta el momento no se ha revelado el estatus del procedimiento.
Para tratar de subsanar las finanzas, los servicios de la Cruz Verde fueron suspendidos. La coordinadora general estima que este periodo de standby dure al menos dos meses, mientras logran culminar los trámites para constituirse como una ABP y puedan recibir donativos. Por ahora solo hay una ambulancia disponible para urgencias, así como seis empleados voluntarios en funciones, de un total de 84 personas que laboraban en la institución. A éstos se les deben seis quincenas de salario debido a la crisis interna.
A pesar de ello, Leal advirtió que la Cruz Verde de Monterrey reanudará sus actividades en cuanto logren estabilidad, lo cual esperan conseguir de mano de la iniciativa privada. “Vamos a dejar las finanzas limpias, y a hacer todo conforme a las normatividades. Hay muchos planes, pero todo se traduce en dinero”.