“Na, naná, naná” y Sergio Mayer: inicia el año electoral
ergio Mayer lo dijo: “No soy político, soy un ciudadano queriendo hacer política por México, y ojalá todos tuviéramos ese compromiso por México en lugar de criticar a aquellos que quieran cambiarlo”. Por supuesto, Sergio no puede estar sorprendido con la violenta reacción a su afiliación a Morena y sus planes de lanzarse, eventualmente, para ser diputado. Siempre ha estado en el candelero de alguna forma u otra. Además, es un empresario inteligente que ha sabido sacar adelante proyectos y conceptos como Solo para mujeres, generando trabajos y, sí, mucha crítica también. Es un personaje controversial. Y no uno cuya imagen pública, al menos, haya sido consistente con temas como los que siempre ha manejado AMLO.
Pero sería demasiado fácil jugar al juego de ridiculizar a alguien como el ex Garibaldi, que se está aventando. Ni que fuera la primera vez que vemos algo así. Mejor analizar, ¿por qué esto pasa tan seguido en la política? ¿Por qué el hecho de decir “yo no soy político” es un punto a favor de alguien que busca un escaño? ¿Qué en su ideología ha cambiado de manera tan radical que ha pasado de hacer una carrera de la mano de muchos de los personajes que AMLO consideraría “la mafia del poder”, como para situarse justo en su equipo en estos tiempos? ¿Tendrá también que ver la disolución del sistema de televisoras con sus exclusividades? (aunque para ser justos, Sergio nunca lo necesitó para ser exitoso en este negocio). ¿Será que por más que nos parezca deleznable, muchos aprendieron de Trump que decir una y otra vez: “No soy político” es un punto a favor cuando la gente está harta de ellos?
Etas elecciones, como todas, van a ser un concurso de popularidad con la particularidad de que ahora sí será impulsado con todo lo que da por las redes sociales. No pretendo saber las verdaderas motivaciones de Mayer. Tiendo a ser escéptica, pero mi trabajo aquí es hacer todas esas preguntas. Entre ellas: ¿Sabes que mientas que “no ser político” puede sonar muy bonito, para quien votará es un problema cuando tienes que hacer… pues, política?
Cuando Sergio fue cuestionado por los medios durante un even- to en el que él era padrino en la obra La estética del crimen, dijo que “la crítica lo fortalece y lo motiva”. ¿A qué? ¿A ganar? ¿O a aprender el trabajo para el que quiere que lo contratemos con nuestros votos? ¿Cuál es su plataforma? ¿Sus creencias políticas? La motivación siempre es fantástica, más para alguien en la mira pública., pero a diferencia de la fama de revistas, bailar “la bolita que sube y que baja”, o del ser empresario de entretenimiento (que este señor hace muy bien), el tema es que una vez electo hay que saber cómo se hacen las cosas. Cuéntanos Sergio, ¿cuál es tu plataforma?
Digo, ¿más allá de una controvertida imagen pública y una inesperada alianza política?, ¿siempre estuviste con AMLO? ¿Cambió algo? Creo que esas son las preguntas que debes estar contestando, pero seguramente no las que te harán en una alfombra roja donde apadrinas a Daniela Luján. Cuando quieras, encantados te las preguntamos en persona. Primero que nada, creo que deberíamos empezar a recaudar fondos para apoyar emocionalmente al niño de la canción del partido político color de una fruta que está buscando su registro a través de él y del ritmo de “Despacito”. Cuando sea grande y vea cómo fue usado, no sé qué sentirá. Es triste, pero hay cosas, melodías, que no te puedes quitar de la cabeza. Muchas veces son las más horribles. Y estos señores lo saben. También saben que hay un porcentaje de personas que votarán por lo que les suena conocido. Y queramos o no, esto ya es un maldito asunto viral. Lo escucharemos y lo veremos muy a nuestro pesar. Ya hablaremos mucho más de ello, pero por ahora, ¿quién decía que “Despacito” no puede hace daños irreparables?