Sexo, la ciudad y la amistad devastada
onará de buenas a primeras que este es un tema frívolo y quizás hasta chismoso, pero debo decir que va mucho más allá de un pleito entre protagonistas de la televisión y el cine. Después de la trágica muerte del hermano de la actriz Kim Cattrall en Canadá, y vaya que pasó días difíciles porque nadie sabía nada de él, Sarah Jessica Parker le dejó un recado cariñoso en sus redes sociales, mandándole mucho amor. Y ahí ardió Troya.
Miren, sé que para las nuevas generaciones Sex and the City no cambió la televisión para siempre. Vaya, sé que no ven televisión, pero el gran éxito de esa serie, y luego películas, en realidad no era ni la ciudad y ni siquiera el sexo. Era la irrompible amistad de cuatro amigas que por más diferentes que fueran, siempre estaban ahí una para la otra.
Es una maravillosa fórmula que funciona muy seguido en la vida real. Pero era la primera vez que lo veíamos reflejado en la televisión. Amigas, ante todo. Ante la vida, ante el dolor de amor, ante los prejuicios. Era muy divertido y atrevido (en particular el personaje de Kim, Samantha) pero como suele ser en el mágico mundo de la tele, amiguitos, no todo era real.
Cuando llegó la hora de hacer las películas, Sarah Jessica Parker era una de las productoras ejecutivas y sin la menor duda ganó millones. Pero Cattrall, quien era diez años mayor que las demás chicas y ya era famosa cuando la serie se lanzó, nunca sintió que eso se reflejara en sus cheques. Y mucho menos en el trato y respeto por parte de sus tres compañeras que eran, según narran varios reportes en diarios neoyorquinos, grandes amigas.
Bueno. Eso nos pasa por andar mezclando realidad con ficción y poner a todas estas mujeres como un estandarte de fuerza y unión femenina, cuando en realidad eso eran sus personajes. No necesariamente ellas. Vayan ustedes a saber qué es lo que realmente pasó ahí, pero que la respuesta a una condolencia sea: “Déjame que te deje esto muy claro, (si no lo he hecho ya): no eres mi familia. No eres mi amiga”. Ouch. Para nuestros recuerdos, y sobre todo para las ilusiones de que se hiciera otra cinta (aunque las dos fue re mala).
En fin. Solo era una producción. Sostengo que la amistad femenina sí existe. Incluso en los medios. Es de lo mejor que me ha pasado en la vida. Solo que no se logra por casting y siempre hay que estar llamando al exterminador del ego.
¡Que alguien me explique!
¿Por qué no le hacen caso al tuit de Donald Trump donde se queja de que vidas son destruidas por rumores de mujeres en las redes sociales contra sus atacantes, y nos vamos contra los que han admitido haberlo hecho ante un micrófono abierto primero? ¡Como él!