El Tribunal Eclesiástico resuelve casi mil demandas por nulidad
Falta de preparación por parte de las parejas, mentalidad individualista y algunas veces machista son algunos de los factores que provocan que las uniones ya no funcionen
La gran cantidad de personas que buscan anular o invalidar sus matrimonios provocan que el Tribunal Eclesiástico de Monterrey “no se dé abasto”, aseguró el padre Ernesto González Muñoz, vicario judicial.
En entrevista para MILENIO Monterrey, el padre dijo que el Tribunal resuelve entre 800 y mil solicitudes por año, además de las personas que buscan nulificar su matrimonio directamente en las parroquias. “Esos son los que nosotros podemos atender, hay muchos más, que dicen ‘ya ni modo’, así se quedan... no nos damos abasto, nos vemos desbordada de tanta solicitud que hay”, explica.
De acuerdo con el vicario judicial, existen muchos factores que provocan que los matrimonios no funcionen, entre ellos, la falta de preparación por parte de las parejas, quienes no conocen los derechos y obligaciones que conllevan un compromiso eclesiástico. “Los novios no saben a lo que van, se imaginan otras cosas en cuanto al casarse, algunos se casan más por la pasión, pero no por el amor, ni sabiendo todos los derechos y obligaciones que se generan”, explicó.
Otra de las razones para que dé solicitud de nulidad del matrimonio religioso (pues no existe la figura del divorcio), es la mentalidad individualista de las personas, pues el padre asegura que se ven como objeto e instrumento de los intereses.
Además, añade que la mentalidad machista está provocando nuevos conflictos en las parejas casadas, pues choca con los derechos que la mujer ha adquirido. “Las mujeres saben defender mejor sus derechos y obligaciones... hay muchos hombres que todavía no lo aceptan”, comentó. El padre González Muñoz tam- bién menciona los problemas económicos, pues las expectativas que la mujer o el hombre para con su pareja muchas veces no se cumplen. “La crisis económica hace que se desesperen, que se ofendan, discutan, no les alcanza con el sueldo de los dos para tener lo que ellos quisieran, eso también trae mucha discusión, a veces la mujer, por ejemplo, exige mucho, dice yo quiero un sueldo de 40 mil, 60 mil, y si no me das ese sueldo, no estoy de acuerdo”, menciona.
Aunado a todas estas razones de falta de preparación para el matrimonio, el padre explica que el valor de la indisolubilidad del matrimonio eclesiástico cada vez es menos importante para las personas, además de que nuevas leyes motivan a las personas a divorciarse. “Hay muchos que se casan y dicen, pues no están muy convencidos, pero si me va mal, ‘pues me divorcio’, ahorita ya hay divorcio incausado, ya no necesita haber causales, ahorita ya son más rápidos los procesos, eso de alguna manera los motiva”, comenta.