Milenio Monterrey

Alcalde regio participa en foro de Smart Cities

- Redacción/ Presentó acciones emprendida­s en su administra­ción.

. … y te diré quién eres. Esta adaptación del refrán español la podemos aplicar a nosotros, en estos tiempos de intercampa­ñas, y de cara a la próxima elección presidenci­al. En esta suerte de intermedio o de break, el INE ha prohibido –se supone– que partidos y candidatos hagan llamados expresos a votar por ellos, que participen en reuniones públicas como asambleas y marchas, y que publiquen cualquier propaganda política hasta el 29 de marzo. Sin embargo, tal indicación no ha impedido que platiquemo­s sobre lo que está…

2. … pasando, en especial con los tres candidatos punteros, y lo que vendrá. En reuniones familiares y con amistades, en las oficinas y restaurant­es surge el tema, y a veces nos enardecemo­s defendiend­o nuestros puntos de vista. La pasión en sí misma no es mala. Por el contrario. Nos permite ser enfáticos y sostener con firmeza nuestros postulados, y creo que en los actuales tiempos todos nos sentimos con un mayor derecho a opinar, y cada vez son menos las personas que permanecen calladas para evitar una discusión mayor.

3. Pero si a ese ímpetu le añadimos adjetivos e insultos ya estamos hablando de otra cosa. No es lo mismo decir: difiero de tus apreciacio­nes, que afirmar: me parecen muy estúpidas tus opiniones. Además, si en un diálogo nos dedicamos más a hablar que a escuchar nos estamos privando de la riqueza que pueden tener las ideas ajenas. La ética dialógica, comunicati­va o discursiva, cuyos representa­ntes más conocidos son los filósofos Jürgen Habermas y Karl Otto Apel, proponen algunas pistas para dialogar racionalme­nte.

4. Sugieren, en primer lugar, pasar del yo pienso al nosotros argumentam­os, establecie­ndo ese criterio como fundamenta­l, y añaden las siguientes cinco caracterís­ticas para una buena discusión: a) autorrenun­cia sincera y verdadera al egoísmo, b) reconocimi­ento de los derechos del otro, c) compromiso recíproco en la búsqueda de la verdad, d) esperanza en la obtención de un consenso mínimo y e) ilimitada escucha de la capacidad argumentat­iva de la otra persona. Obviamente, se descarta cualquier tipo de insulto y ofensa.

5. Sugieren desmitific­ar al buen dialogante, es decir, al que siempre está tranquilo y no se apasiona, al que es neutral porque es científico, al que es sabio porque no se rebaja a dialogar sobre ciertos temas. Además, invitan a abandonar el mito de que los buenos dialogante­s viven en el cielo, en las nubes, pues carecen de preferenci­as y prejuicios. Es preciso aceptar que quienes discutimos vemos la vida con nuestros propios lentes, y en los que se reflejan esperanzas, angustias, alegrías, miedos, conviccion­es, dudas, etcétera.

6. De la manera en que discutimos, entonces, podemos obtener muchos rasgos de nuestra personalid­ad. De ella sabremos si somos tolerantes y tenemos hábito de escucha, o si más bien queremos arrasar con nuestras certezas, y somos incapaces de cambiarlas, por más razones que nos den. En las próximas semanas y meses se pondrá a prueba nuestra capacidad para dialogar con vehemencia, pero también con razones. Defendamos lo que pensamos, pero preservemo­s aún más el derecho de los otros a pensar diferente.

7. Cierre ciclónico. El pasado miércoles se cumplieron cinco años de la inesperada renuncia al papado de Joseph Ratzinger, Benedicto XVI. Su gesto, en medio de una gran crisis de credibilid­ad para la Iglesia católica, fue profético pues no solo evidenció la problemáti­ca de corrupción que golpeaba a la curia romana, sino que nos permitió la bocanada de aire fresco que vino a significar Francisco de Roma y desacraliz­ó al papado, enseñándon­os el valor de hacerse a un lado, cuando ya las fuerzas no son las mismas.

El alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza Santos, participó ayer en la Conferenci­a Internacio­nal de Innovación y Tecnología Smart Cities Exchange, en Ciudad de México. El munícipe habló en el panel Haciendoci­udadesinte­ligentesen ciudadesse­guras y ahí presentó las acciones emprendida­s por su administra­ción en materia de seguridad pública, como la compra de unidades, la inversión en tecnología y la preparació­n de los agentes en temas de investigac­ión e inteligenc­ia. “Los bajos índices delictivos y la percepción de seguridad generan transversa­lmente calidad de vida y son un paso necesario para poder atacar otras problemáti­cas sociales” afirmó el alcalde de Monterrey.

También destacó que en dos años de su administra­ción ya se cuenta con patrullas que portan cámaras exteriores e interiores, con torres móviles de vigilancia que recolectan y transmiten datos e imágenes en tiempo real, además de sistemas biométrico­s y fotográfic­os que permiten elaborar perfiles de delincuent­es o infractore­s, además del uso constante del GPS para el despliegue de unidades, así como el establecim­iento de un software mediante el cual se logró automatiza­r, homologar y centraliza­r las bases de datos municipale­s en materia de seguridad.

Smart Cities Exchange es un importante foro internacio­nal en el que participar­on 25 ciudades extranjera­s, además de municipios mexicanos como Querétaro, Puebla, Guadalajar­a, Aguascalie­ntes, Mérida, Toluca y muchas otras, así como funcionari­os de los gobiernos federal y estatal y municipal de México.

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