El obsoleto Himno Nacional
l Himno Nacional tiene 165 años y el país que describe ha cambiado mucho en las circunstancias históricas y sociales. La letra invita a la guerra, con la insistencia de que tenemos enemigos de los que nos debemos defender, parece una invitación a ser mártir terrorista. Lo más absurdo de esta letra, que cantan millones de niños en las escuelas y que nos obligan a escuchar en la radio todos los días a las 12 en punto, es el “retiemble en sus centros la tierra”, es horrendo que se cante eso en este país y sea nuestra identificación patria, con las tragedias que hemos vivido con los terremotos. ¿Por qué tenemos un Himno Nacional que convoca a que padezcamos ese dolor? ¿Es parte de nuestro masoquismo nacional? Necesitamos más cordura y ecuanimidad en este país, tener un Himno que invita a la guerra, que nos motiva al martirio y a la muerte, que no habla de ningún valor positivo y que además, se regodea en la tragedia de los terremotos es entrar en el círculo vicioso de la degradación social. La construcción de un país más pacífico y armonioso comienza con sus símbolos, y este Himno no menciona nada que sea positivo para nosotros como sociedad y como individuos. Al escucharlo no me siento identificada, me apena que eso lo tengamos que repetir y que se deposite en nuestro inconsciente colectivo como un DNA de la violencia y la agresión. Se quejan de que cada vez hay más crímenes y desde niños cantamos que debemos levantar las armas, atacar en vez de dialogar, que corra la sangre, es una lista de amenazas que se supone son la descripción de una nación valerosa. La realidad es que un Himno así ni nos describe ni nos motiva, es intolerable que subsista como una imposición totalitaria, eso de programarlo todos los días es de gobiernos fundamentalistas. El mito de que es uno de los más bellos Himnos del mundo es tan falso como el que nombra nuestra cocina entre las tres más deliciosas del planeta, o que nuestras playas son las más hermosas, es parte de los rankings irreales de los patrioteros. No existen parámetros para esas afirmaciones y lo que sí es una realidad que alimentar la violencia y la tragedia con ese Himno es una necedad sin justificación. El esfuerzo que hace- mos para reconstruirnos después de cada terremoto, el dolor social que no se cura, el miedo con el que vivimos son suficientes motivos para que cambiemos de símbolos, para que dejemos de cantar y escuchar una estrofa que convoca a esa catástrofe. Los diputados y las cámaras pierden el tiempo en peticiones inútiles, es momento de que consideren este cambio que ya es urgente, el Himno Nacional es obsoleto y es negativo para nuestra sociedad, no es necesario que tenga letra, hay miles de himnos en otros países que son únicamente música, eso es suficiente. Convoquen a un músico de escuela otra pieza, que no tenga letra para que la ideología quede al margen y que sea con la clara intención de cambiar nuestra visión individual y social.