Ustedes ¿hablan con sus hijos del suicidio?
No cabe la menor duda de que la experiencia del entretenimiento ha cambiado por completo en los últimos tiempos. Por un lado, es mucho más personal, se puede consumir en una serie distinta e individual de dispositivos, pero por el otro, curiosamente, con alcances internacionales que tiene, en este caso, Netflix, cuando algo genera interés, polémica y fascinación, el fenómeno puede ser mundial.
Por eso aprecio tanto el hecho de que fuimos invitados a la presentación de los resultados del estudio que la Universidad Northwestern llevó a cabo con alrededor de 5 mil adolescentes en diversos lugares del mundo (entre ellos Brasil) para ver si la percepción que muchos tuvieron sobre la primera temporada de 13 Reasons Why, que se estrenó hace poco más de un año, era la correcta.
Pudimos platicar en Nueva York con el showrunner Brian Yorkey, quien es una brillante figura en tomar temas difíciles como aquellos de la salud mental, y presentarlos en formatos en los que quizás nunca hubiéramos pensado que funcionaría. Esa entrevista la publicaremos en los próximos días. Porque primero quiero compartirles la experiencia tan grata que fue compartir parte de esta vivencia desde antes con Irene García, quien tiene un vlog muy exitoso dirigido a mamás, y con los psiquiatras Alan Schejtman, especialista en adolescentes y consejero escolar, y con Aldo Suárez, presidente de la Asociación de Psiquiatría Mexicana.
Había gente de todo el mundo, pero los hallazgos de los estudios confirmaron algo que incluso Netflix ya había promovido desde el principio, una serie con una temática que suele ser tabú en una sociedad como la nuestra, es una oportunidad importante para generar una comunicación importante de un tema que quizás no se habría podido tocar bajo otra circunstancia.
En México, más de una escuela mandó avisos precautorios a los padres de familia respecto a la serie el año pasado. Muchas otras justo la aprovecharon para impulsar el diálogo sobre el suicidio, los trágicos resultados del bullying en tiempos de redes sociales e incluso, mucho antes del movimiento #MeToo del acoso y abuso sexual. Sí, en las escuelas. Sí, entre adolescentes. Muchos no lo quieren ver, pero ocurre, y en una sociedad como la nuestra, aún conservadora, pudorosa y hasta machista en muchos de estos temas, es incluso más peligroso el no hablar de ello.
¿Qué tal esta experiencia para hablar de una serie de tv? (cuya segunda temporada ya nos confirmaron será este año, aunque no nos han dicho aun cuándo). Lo que sí sabemos es que veremos las consecuencias que el suicidio de Hannah, tema que llevó toda la primera temporada, ha provocado en todos los que se quedaron atrás. Y yo, con lo que me quedo, es que cualquiera de nosotros podemos ser cualquiera en esa historia.
Muchas veces nos preocupamos de que los nuestros sean los que están siendo agredidos sin pensar siquiera que ellos podrían ser los agresores. Y eso sí me dejó la mente girando.
También nos tocó a los medios de comunicación examinar nuestro rol en todo esto. Con titulares escandalosos y sobre esta serie (sobre cualquier cosa, de hecho) ¿estamos ayudando o haciendo más daño? ¿Ese es nuestro papel en todo esto? Muchas preguntas por responder antes de que nos digan cuando llega la temporada dos este año. Mientras tanto, quien quiera ver la uno, ya verá una cápsula grabada por el elenco reflejando los hallazgos de este estudio. Particularmente, destacable es: “si te sientes como uno de estos personajes en riesgo, mejor no veas la serie o vela con alguien más. Pide ayuda”. Me gusta que esto también sea lo que implica escribir de televisión estos días.