Lanza Trump ataque quirúrgico en Siria
EU, Francia y Gran Bretaña dirigen misiles de precisión contra Damasco
Estados Unidos lanzó anoche, junto con Francia y Reino Unido, ataques con misiles de precisión en Siria. En un mensaje desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump afirmó que el objetivo de los ataques fue “establecer una firme contención” a la capacidad siria de “producir, diseminar y utilizar armas químicas”.
Los ataques constituyeron una respuesta a las denuncias de uso de un arma química el pasado sábado en la ciudad siria de Duma, en la provincia Guta Oriental.
Trump aseguró que ese sábado el gobierno del presidente sirio, Bashar Asad, “utilizó armas químicas para masacrar civiles inocentes (...) cerca de la capital”, un acto que definió como “despreciable y maligno” y que habría matado a por lo menos 40 personas.
El magnate formuló severas advertencias a Rusia e Irán, países aliados del gobierno de Asad.
De acuerdo con Trump, en 2013 Moscú aseguró que garantizaría la eliminación del arsenal sirio de armas químicas. “El ataque con arma química (del sábado) y la respuesta de hoy (viernes) son el resultado directo del fracaso de Rusia en cumplir sus promesas”, dijo el mandatario.
Además, Rusia e Irán son “responsables por apoyar, equipar y financiar al régimen criminal” de Siria, acusó.
Instantes después del discurso de Trump en Washington, reporteros de medios occidentales en Damasco, sábado en la madrugada por la diferencia de horario, informaron que se escucharon fuertes explosiones en las proximidades de la capital siria.
Poco más de una hora después, el secretario estadunidense de Defensa, el general Jim Mattis, aseguró que los ataques habían“terminado” y que no habría “por el momento” nuevas operaciones militares planificadas.
En el Pentágono, Mattis dijo que los ataques de anoche fueron un “mensaje claro” al gobierno de Asad sobre las consecuencias de utilizar armas químicas.
Siria no “aprendió la lección” cuando el año pasado ese país ya había sido sometido a bombardeos de EU por denuncias de uso de arma química, dijo el secretario de Defensa.
Mattis se refería a la ofensiva ordenada por Trump el 7 de abril de 2017 contra la base aérea de Sharyat, blanco de 59 misiles Tomahawk, como represalia al ataque con gas sarín en Jan Sheijun en el que murieron al menos 80 civiles.
En Damasco, el gobierno sirio afirmó que los ataques conjuntos fueron una “violación flagrante del derecho internacional, una infracción a la voluntad de la comunidad internacional y está destinada a fracasar”.
El jefe del Estado Mayor Conjunto estadunidense, el general Joseph Dunford, dijo que tres fueron los blancos e incluyeron un recinto de investigación sirio y una instalación de almacenamiento de armas químicas.
En un comunicado, la primera ministra británica, Theresa May, aseguró que no existía una “alternativa” al uso de la fuerza y por ello su gobierno se sumó a los ataques.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró que las acciones militares se circunscriben “a las capacidades del régimen sirio sobre las armas químicas”.