Robotica para descifrar los codigos de El Zodiaco
ntre diciembre de 1968 y julio de 1969, un asesino autodenominado
El Zodiaco impuso un reino de terror en el norte de California, al atacar a cuatro hombres y tres mujeres, de edades entre los 16 y 29 años, en Benicia, Vallejo, Lake Berryessa y San Francisco. Después de las agresiones, El Zodiaco llamó a la policía para acreditar sus delitos.
Además de mofarse de las autoridades, el individuo envió a tres periódicos de San Francisco igual cantidad de cartas, cada una con parte de un extraño mensaje, que en realidad era un criptograma elaborado con símbolos y una cruz rodeada por un círculo.
De forma oficial, El Zodiaco está vinculado a cinco homicidios y dos intentos de homicidio. Sin embargo, en una carta dirigida al Departamento de Policía de San Francisco, el misterioso individuo señaló haber matado al menos a 37 personas.
Para finales de 1969, El Zodiaco parecía haberse desvanecido en el aire.
¿Por qué detuvo sus actividades de forma tajante? Para el perfilador de conducta criminal John Douglas, el retiro de El Zodiaco ocurrió a causa de que fue detenido por otro delito diferente a los homicidios que cometió o, simplemente, porque falleció.
Lo cierto es que en abril de 2004, después de que se investigó a 2 mil 500 sospechosos, la policía de San Francisco declaró la pesquisa “inactiva”, aunque el caso ha permanecido vivo en la mente de público y especialistas de diferentes materias.
El pasado 6 de abril, diversos medios dieron a conocer que un equipo de científicos intenta descifrar los códigos que el asesino hizo públicos en su correspondencia con medios y policía.
Se trata de un software de inteligencia artificial llamado Carmel al que se le ha asignado una sola tarea: romper el famoso Código 340, una clave escrita a pluma que fue enviada por el asesino al diario SanFranciscoChronicle en 1969. El cerebro detrás del decodificador Carmel, que ha sido programado para pensar como un asesino serial, es Kevin Knight, director del Instituto de Ciencias de la Información de la Universidad del Sur de California; además de Sujith Razi, ingeniero de software en Google; Dave Oranchak, desarrollador de software y experto en los códigos de ElZodiaco, y Craig Bauer, criptógrafo en el York College. El equipo trabaja de forma incansable, de las 7:30 horas a 19:30 horas, con un programa al que se ha alimentado con toda la información disponible de ElZodiaco, incluyendo los detalles de los homicidios cometidos por el criminal. Asimismo, a diferencia de El HijodeSam, quien enviaba cartas y poemas a la policía,
El Zodiaco evitó hasta donde pudo la expresión artística de la palabra. No obstante, existe un poema que se ha atribuido al asesino californiano y que fue grabado al parecer con un instrumento filoso en un escritorio de la biblioteca del Riverside City College Library, muy cerca de donde fue asesinado el estudiante Cheri Jo Bates el 30 de Octubre 30 de 1966.
Pese a lo breve del poema, uno de los primeros resultados que arrojó Carmel en su tarea de descifrar códigos fue una poesía oscura, extraña y “aterradora”, de acuerdo con palabras de los investigadores.
El programa utilizó los símbolos abstractos y los códigos enviados por el homicida para crear versos complejos lo mismo de amor que de castigos y redención.
Una vez que quedó atrás la fase creativa de Carmel, el equipo de investigadores ha centrado sus esfuerzos en un cifrado en particular, conocido como Z340, el cual ha desconcertado a las mentes más brillantes de la criptología durante casi 50 años, y que ahora es objeto de un escrupuloso escrutinio, debido a que El Zodiaco afirmó que dicho código contenía su nombre real.