La sociedad de los poetas muertos une sus pasiones
El director Francisco Franco y los actores Alfonso Herrera y Alejandro de Hoyos aseguran que lograron una gran química gracias al futbol, que ahora se proyecta en el escenario
En el escenario del Teatro Libanés, el elenco de la puesta en escena de La sociedad de los poetas muertos posa para una fotografía; la camaradería es absoluta, se hacen bromas y se divierten mientras Paco Rueda baila eufóricamente, pero Alfonso Herrera sabe cómo poner orden cuando es momento de trabajar, así prueban que la hermandad logró traspasar la escena. “Francisco Franco, el director, desde antes de sentarnos a hacer trabajo de mesa, dejó claro que quería crear una dinámica de grupo que se transmitiera a escena cuando empezáramos a montar; para todo eso creó distintas dinámicas, junto con Viridiana Olvera, directora adjunta; partidos de futbol, tomamos clases juntos, ha sido un proceso de cuatro meses”, contó Alejandro Hoyos en el escenario.
Para Franco el momento decisivo, que transformó a Alfonso Herrera en el mentor de los 14 jóvenes en la vida real y en las tablas, caracterizado como el profesor John Keating, fue ese partido de futbol. “Eran dos equipos y Poncho era el árbitro, a partir de ahí se convirtió realmente en el líder de esta manada, es un gran herma- no para ellos”, dijo el director al compartir cómo ha sido la nueva experiencia que dirige. Herrera agradece trabajar con colegas que cumplen el dicho: “Si tienes buenos camerinos, tienes una buena temporada”.
De acuerdo al actor en esta puesta en escena muestran “la historia de cero, hay un referente muy importante que es la película, pero al mismo tiempo fue abordar los personajes desde nuestra propia visión, nuestra interpretación de la historia. “En mi caso, para entender mejor al personaje fue tomar en cuenta la coyuntura que se estaba viviendo en esa época, de una escuela en Nueva Inglaterra en 1959, donde existía un problema racial muy fuerte en Estados Unidos y llega este profesor que los invita a pensar diferente, esta obra habla de lo que queremos hacer con nuestra vida y nuestra verdadera voz”, agregó Alfonso horas antes de subir al escenario para demostrar la gran química que lograron en ese partido de futbol y que los ha llevado a vivir una nueva experiencia profesional en el recién remodelado teatro Libanés.