Fernando Urdiales: un emprendedor visionario
Los universitarios leen para estudiar; la propuesta es que lean para entretenerse y pasar un momento en contacto consigo mismo, dijo Antonio Ramos Revillas, de la Editorial Universitaria
Se dice que los mexicanos, y en especial los regiomontanos, no leen. O bien, si lo hacen se enfocan más en libros dedicados a sus estudios o mejorar en su trabajo.
Pero al interior de las direcciones culturales de universidades como la Autónoma de Nuevo León, la UDEM y el Tecnológico de Monterrey tienen una perspectiva distinta: hay un auge en los jóvenes por la lectura.
En el marco del Día Internacional del Libro y del Derecho de autor, catedráticos y funcionarios culturales de las universidades ofrecen sus impresiones sobre el tema a MILENIO Monterrey.
Hábito lector
La Encuesta Nacional de hábitos, prácticas y consumo culturales (Conaculta, 2010) sigue dictando un precedente estadístico para vislumbrar un panorama sobre la lectura en Nuevo León.
El documento señalaba que en la entidad una amplia mayoría (83.89 por ciento) no compraba libros si no eran para los estudios o su trabajo. Un porcentaje similar (74.34) afirmaba no haber terminado un ejemplar a menos que fuera para su escuela o de su profesión.
La Máxima Casa de Estudios cuenta con el programa Letras
alAula, llevando presentaciones de libros y autores a las distintas escuelas. También se generaron Clubes de Lectura en preparatorias, las cuales son coordinadas por los mismos estudiantes. “Los universitarios leen pero textos para sus estudios, la propuesta es que lean para entretenerse, evadirse y pasar un momento en contacto consigo al momento de escuchar o leer lo que escriben otros”, propone Antonio Ramos Revillas, director de Editorial Universitaria en la UANL.
Con el programa Pasiónporla lectura, el Tecnológico de Monterrey ha generado actividades para promover este hábito con actividades presentes todo el ciclo escolar, sobre todo dentro de la Feria Internacional del Libro (FIL) que se realiza en octubre. “Tengo más de 30 años dando clases en el Tec y en los últimos 10 he visto un cambio de hábito. Antes les preguntabas ‘¿qué novela han leído?’ y te respondían dos o tres alumnos, ahora es al revés”, menciona Dolores Sainz, coordinadora curso de análisis de expresión verbal.
Fuera del campus
Algunas de las actividades de promoción lectora están trascendiendo los campus universitarios, como lo están proponiendo estudiantes de preparatoria en la Universidad de Monterrey (UDEM) al generar proyectos
comunitarios.
Punto y Coma y Centinelas buscan promover la lectura desde diferentes frentes, o bien un equipo de cuatro jovencitas creando una sala de lectura en Casa Hogar para niñas María del Refugio son un ejemplo de estas iniciativas estudiantiles. “Los acercamientos con escuelas o albergues les va permitiendo abrir su visión y se dan cuenta como en la sociedad es muy importante la promoción de la lectura porque a veces no hay los espacios”, comenta Lucero Cavazos, catedrática en la Prepa UDEM.
A estos esfuerzos hay que sumar actividades establecidas como la FIL Monterrey, con su edición 27, o bien la Feria Universitaria del Libro UANLeer, celebrada en marzo.
Agrupaciones civiles y colectivos también han generado eventos de editoriales independientes o de trueque en la ciudad durante el año.