Al menos 4 muertos por protestas en Nicaragua
Manifestaciones de estudiantes y jubilados generan choques con policías; se atrincheran universitarios en tres campus de ese país
La nueva ley eleva en 22.5% las cuotas de más de 700 mil empleados formales
Al menos cuatro muertos y decenas de heridos dejaron hasta este viernes los actos de violencia registrados en las últimas horas en Nicaragua, donde la policía disolvió a balazos protestas de jóvenes contra una reforma al seguro social.
En Managua, la dirección del Colegio Centroamérica reportó la muerte de un estudiante de 15 años a causa de un disparo.
El miércoles, dos jóvenes y un policía murieron a consecuencia de incidentes de violencia, según informaron ayer las autoridades, que culparon de los hechos a “grupos de vándalos”.
Un estudiante murió tras recibir dos balazos en el cuello en la localidad de Tipitapa, al norte de Managua, mientras que un policía recibió un disparo de escopeta en las cercanías de la Universidad Politécnica.
En la misma zona falleció un trabajador de un supermercado, según informó la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo.
La tensión es mayor en torno a tres universidades de Managua, que permanecen rodeadas por efectivos antidisturbios y con cientos de alumnos en su interior. Grupos de ciudadanos se organizaron para llevarles víveres y agua a los estudiantes atrincherados.
Las clases en todas las escuelas, colegios y universidades se mantienen suspendidas.
En distintos puntos de Managua, grupos de manifestantes prendieron fuego y destruyeron al menos cuatro “árboles de la vida” o “arbolatas”, estructuras de hierro de 17 metros de altura consideradas un símbolo de Murillo.
En 2013 Murillo ordenó instalar 134 “arbolatas” en varios sitios de la capital. Según la prensa, el gobierno gastó 3.3 millones de dólares en la construcción de los extravagantes y luminosos adornos kitsch, custodiados por vigilantes a tiempo completo.
Las protestas las protagonizan jóvenes y ancianos que se oponen a una reforma al sistema de pensiones decretada por el gobierno encabezado por Daniel Ortega, sin el apoyo de los empresarios, a fin de cubrir un déficit de 75 millones de dólares en el seguro social.
La reforma aumentará hasta en 22.5 por ciento las cotizaciones de más de 700 mil empleados formales y en cinco por ciento las de los jubilados, lo que generó airadas manifestaciones de estudiantes, que fueron atacados por activistas afines al gobierno sandinista.
Mientras, en rueda de prensa, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) instó al presidente Ortega a un diálogo nacional para detener los disturbios, que también han dejado cuantiosos daños en viviendas, edificios públicos y comercios.
El presidente del Cosep, José Adán Aguerri, condenó la violencia y convocó a una “marcha nacional de trabajadores” el próximo lunes. Agregó que el sector privado está dispuesto a “repartir los costos” de la reforma al seguro social.
La secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por el uruguayo Luis Almagro, llamó ayer “a esclarecer los crímenes” que han tenido lugar en Nicaragua. En un breve comunicado emitido desde su sede en Washington, el organismo aseguró que sigue con “preocupación” los episodios de violencia de las últimas horas en el país centroamericano.
La OEA condena “todo tipo de “violencia”, incluidos los “asesinatos” de dos civiles y un subinspector de policía. En nota de prensa publicada en el sitio web de la entidad, la portavoz de la oficina de la ONU, Liz Throssell, instó al Estado nicaragüense a “cumplir sus obligaciones internacionales (y) garantizar que las personas puedan ejercer libremente sus derechos a la libertad de expresión y a la libertad de reunión pacífica y asociación”.
Throssell criticó los ataques sufridos por diez periodistas el primer día de incidentes en Managua, el pasado miércoles, y consideró “preocupante que varios canales de televisión que estaban cubriendo los hechos hayan sido cerrados por el gobierno”.