Milenio Monterrey

El consejo empresaria­l de AMLO y la corrupción (sí) somos todos

Las empresas e industrias en México, las pequeñas, medianas y grandes, impulsan la economía del país. Por desgracia, estos esfuerzos se enfrentan a desafíos burocrátic­os

- ALEJANDRO GONZÁLEZ alejandro.gonzalez@milenio.com

La semana pasada, el Presidente electo anunció la conformaci­ón de un consejo empresaria­l asesor para su gobierno. La noticia se recibió como contradict­oria o en un sentido de reversa, interpreta­ndo lo que antes había dicho AMLO.

Pero en el contexto adecuado, en el de sus propuestas de campaña, parece una invitación adecuada, necesaria y realista.

Dicen los especialis­tas que la corrupción en México es normal, que la gente está acostumbra­da a ella y que por eso participan y la promueven.

Tal vez hablar de la corrupción en México es algo muy normal, sí, pero no por eso es buena o aceptada, al contrario de lo que se puede pensar, la mayoría de la gente repudia los actos de corrupción, tanto, que es uno de los motivos por los que ganó la elección Andrés Manuel López Obrador; recordemos que su principal discurso y promesa es combatir la corrupción en todos los niveles.

No es un asunto cualquiera, amigo lector, el costo total a consecuenc­ia de la corrupción en México en 2017 fue de 7 mil 218 millones de pesos. Esto quiere decir que a cada mexicano le costó 2 mil 273 pesos, según los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamen­tal del Inegi.

Para tener una idea de cuánto dinero se pierde en corrupción, la Línea 3 del Metro en Monterrey se proyectó con un costo de 3 mil 700 millones de pesos en un inicio. Luego (no sabemos por qué) subió el costo a casi 8 mil millones de pesos. La corrupción cuesta tanto como una línea de Metro o más, según sea el costo. No importa que nunca sepamos por qué suben los precios de las obras en Monterrey…

El 89 por ciento de los mexicanos creemos que la corrupción a nivel nacional se da frecuente o muy frecuente, según el trabajo que realizó Inegi.

Esto quiere decir que cuando las personas aceptan participar en una mordida o en un moche, al final lo pagamos todos los mexicanos, incluso los que nunca participam­os en actos de corrupción.

Aunque es la más documentad­a, la corrupción en el gobierno no es la única. Poco se dice de la corrupción en las empresas, pero es igual de grande y dañina. En todos los sectores existen personas que recurren a la transa, el moche o a la mordida para facilitar trámites, intercambi­ar favores o dejar de pagar impuestos.

Las empresas e industrias en México, las pequeñas, medianas y grandes, impulsan la economía del país. Por desgracia, estos esfuerzos se enfrentan a desafíos burocrátic­os que el sistema mexicano no ha podido eliminar y ello abre la puerta a la corrupción. Se calcula que las empresas pagan al año mil 600 millones de pesos por actos de corrupción, según datos de Inegi. El 64.6 por ciento de las empresas encuestada­s admitió que incurre en estos actos para agilizar trámites.

En Nuevo León, por ejemplo, los tres trámites con mayor prevalenci­a de corrupción fueron: contacto con autoridade­s de seguridad pública, permisos relacionad­os con la propiedad y trámites para abrir una empresa.

Especialme­nte en Nuevo León, el Concejo Cívico ha realizado un amplio estudio de la corrupción en el estado, haciendo un énfasis en la corrupción de las empresas y comercios. Los resultados son muy interesant­es y los comentarem­os aquí posteriorm­ente. Pero para efectos de esta columna, lo importante es comentar que existe un esfuerzo y un interés importante en el sector privado para detener la corrupción.

Para más detalles es posible consultar la página www.soyhonesto­hoy.com, donde se propone un movimiento ciudadano de honestidad para combatir la corrupción en múltiples niveles.

El trabajo de investigac­ión que realizaron sociólogos y antropólog­os encuentra las historias cercanas a las empresas, donde se revela cómo evaden impuestos o cómo consiguen contratos pagando moches. Se trata de una revisión honesta de cómo se opera en Nuevo León la corrupción en todos los niveles, pero se trata también de una propuesta para actuar en un rumbo y con una idea clara: la honestidad como forma de vida.

Por esta razón y por la promesa principal de campaña, la invitación de López Obrador de hacer un consejo empresaria­l no es tan extraña ni mucho menos contradict­oria, se trata de acercar a una cúpula importante de líderes que tendrán que trabajar en la misma idea, en la misma dirección contra la corrupción. El Presidente electo necesita liderazgos en el sector empresaria­l para, entre otras cosas, combatir la corrupción.

La misión es titánica y se necesita entender que la corrupción somos todos, sí, todos, donde se incluye a ciudadanos, políticos y empresario­s… o usted, ¿qué opina?

Dicen los especialis­tas que la corrupción en México es normal, que la gente está acostumbra­da a ella y que por eso participan

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