El mayor misterio de la 4T
Hace no muchas semanas, el gobierno de la cuarta transformación tenía un gran escenario de inicio. A pesar de las condiciones financieras que heredaban, deuda pública y sus compromisos elevados, mediocre crecimiento económico, algunas turbulencias en el mundo y preocupación de parte de los mercados sobre algunas de las propuestas del gobierno ganador; había calma y algo de esperanza. Se había resuelto el asunto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el dólar seguía debajo de los 20 pesos, por días alrededor de los 19. Y un día, la consulta sobre el aeropuerto. Y el resultado que todos conocemos. Hoy está en riesgo el primer año del sexenio que podría condicionar el resto del mandato de López Obrador.
Debo confesar que para mí es un misterio.
¿Por qué arriesgar tanto por un símbolo?
Nada importa más para el proyecto de la 4T que el dinero disponible. La reorientación y el aumento del presupuesto público que cumplan con el proyecto de López Obrador.
Hoy está en riesgo.
En la más clara explicación del asunto de los bonos del NACIM, la oferta del nuevo gobierno a recomprarlos y la respuesta de los inversionistas; publicada ayer en Nexos de la pluma de Ana Thais Martínez y Jorge Andrés Castañeda se pone en perspectiva lo que podría suceder:
No habrá consecuencias “catastróficas” dicen, pero las limitaciones serán enormes.
“El diferencial detasas de interés entre el bono de 10 años americano y el mexicano,que para fines práctico s mide la prima de riesgo país, pasó de 4.85 puntos porcentuales el 1 de octubre a 6.21 el miércoles 5 de diciembre, un incremento del 28%. En términos prácticos, esto implica que los dos proyectos insignia del nuevo gobierno, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, que requerirán financiamiento similar al NAICM, tendrán que financiarse a una mayor tasa de interés. La rentabilidad de ambos proyectos es incierta, siendo generosos y laxos en el análisis; con mayores costos de capital serían inviables financieramente”.
Sin más impuestos, sin más deuda, sin déficit. ¿Cómo?
No me lo explico. Algo no sé, seguro. El 15 lo sabremos.
Sin más impuestos, sin más deuda, sin déficit. ¿Cómo?