Transformación
¿Está viviendo México otra historia? A simple vista pudiera decirse que sí. Transformación es la palabra que definitivamente estará presente en todo el sexenio de López Obrador.
La visión de su gobierno tiene el común denominador de la Cuarta Transformación, que es la idea de situar su mandato al nivel de otros tres momentos claves en la historia del país: la Independencia, la Reforma y la Revolución.
Esto lo ven muchos con el optimismo de una oportunidad histórica de hacer cambios profundos y permanentes en el país, pero hay que tener cuidado, porque no necesariamente es lo que cada uno quisiera.
Y si bien AMLO comienza su gobierno con la confianza generalizada de los mexicanos, la economía global no es favorable para cumplir con las altas expectativas que ha generado.
Otro factor que no apoya la transformación es que la lucha contra la corrupción se basa en futuras sanciones, no será retroactiva.
Entre otros temas de su agenda se suman la Guardia Nacional militarizada, el Aeropuerto de la Ciudad de México, las consultas a su mandato y hasta la transformación de Los Pinos de residencia presidencial a un centro cultural.
Éste es el momento para que el Presidente se instale en el equilibrio y una a todos los actores claves, aliados y adversarios, para consolidar los cambios que propone.
Al margen de lo político, lo que sí será deseable es transformar el pensamiento de los mexicanos para unirse y ser partícipes en los objetivos que se logren para el beneficio de todos.
La transformación inmediata, a pocos días de empezar el sexenio de López Obrador, es ver a una sociedad que desea y exige estar informada, rompiendo la apatía y la lejanía con la que se percibía al gobierno.
Esta avidez de los mexicanos por ver ejecutar los cambios refleja que, además, todos están interesados en ser protagonistas de las transformaciones que se avecinan.