París se prepara ante ira de chalecos amarillos
Prevenciones. Museos, teatros, boutiques, restaurantes y la torre Eiffel cerrarán ante el temor que las manifestaciones del sábado deriven en violentos actos
Las autoridades en Francia iniciaron desde ayer acciones preventivas ante la posibilidad de nuevos disturbios y protestas contra el gobierno de Emmanuel Macron este fin de semana, celebrando reuniones de emergencia y desplegando a miles de policías. Los museos, teatros y tiendas en París anunciaron que cerrarán el sábado como precaución, incluida la famosa torre Eiffel.
Sindicatos policiales y autoridades se reunieron para trazar una estrategia sobre cómo lidiar con las protestas de mañana, que llegan a pesar de que Macron cedió la noche del miércoles y canceló el aumento al impuesto al combustible que desató los disturbios.
El primer ministro, Edouard Philippe, aseguró ayer a los senadores que el gobierno desplegará medidas “excepcionales” de seguridad para las protestas en París y otras ciudades, con fuerzas adicionales a los 65 mil agentes que ya están desplegados.
Algunos manifestantes conocidos como chalecos amarillos, autoridades sindicales y políticos prominentes de todo el espectro político pidieron calma el jueves después de que el fin de semana pasado hubo los peores disturbios en París en décadas.
Macron accedió a eliminar el aumento al impuesto a los carburantes, parte de sus planes para combatir el calentamiento global, pero las exigencias ya se extendieron a otros temas que afectan a trabajadores, retirados y estudiantes. Y en una medida cuestionada tanto por críticos como seguidores, el mismo presidente ha desaparecido del ojo público.
La amenaza de una nueva ola de violencia plantea una pesadilla de seguridad para las autoridades francesas, que hacen una distinción entre los manifestantes pa- chalecos amarillos
Moreno, quien en otras ocasiones ha dicho que el caso del australiano es “una piedra en el zapato” para su gobierno, expresó que le desagrada la presencia del fundador de WikiLeaks en la embajada de su país.
El mandatario agregó que su país ha sido respetuoso de los derechos humanos del fundador de WikiLeaks. “Nos parece que seis años es demasiado tiempo para que una persona permanezca casi encarcelada en una embajada”, manifestó Moreno.
El periodista australiano, desde finales de octubre, debe cumplir un protocolo especial que regula sus visitas, comunicacionesysalubridad.Elincumplimiento de esas reglas derivará en la “terminación del asilo”, según el documento.
Assange se refugió en la embajada ecuatoriana en Londres en 2012 ante el temor de ser extraditado a Suecia, donde enfrentaba acusaciones por delitos sexuales. Esas causas no prosperaron, sin embargo, aún debe enfrentar a la justicia británica por violar las condiciones de su fianza.