Vecinos vs migrantes
¿Por qué nos desgarramos por los migrantes, pero nos vale madre el bienestar de nuestros vecinos? Pregunta que pudiera abrir un debate insultante de tintes xenófobos, pero ¿saben qué? Simplemente escribiré lo que veo y espero no ofenderlos.
Y me refiero específicamente a todo el entorno que rodea a la problemática de los migrantes en la ciudad y que solemos ver de reojo como si no nos afectara.
Hace unos días, me dediqué largas horas a recorrer los alrededores de la parroquia Goretti y el comedor Padre Infante y el panorama se me hizo apocalíptico. Cada vecino con el que hablé denunció desmanes, abusos a personas, violaciones, consumo de droga y peleas que trastocan diariamente la vida de los vecinos.
Y si tenemos en cuenta que “el derecho de uno termina donde empieza el derecho de los demás” no entiendo por qué debemos someternos a una tortura diaria solo por el hecho de que esas personas son foráneas.
“La policía nos prohibida denunciarlas”, “no se pueden tocar” y otros etcéteras que no concibo como normales cuando las familias ni siquiera pueden utilizar los parques o caminar por las calles con normalidad.
Me queda claro que es básico ayudar a los centroamericanos migrantes, pero deberían también buscar el bienestar de los nuestros ¿o no? Pareciera que el miedo a la denuncia de derechos maniata a la policía y permite todo tipo de desmanes. O sea que, amparados en la cultura migrante, existen grupos delincuenciales (muchos mexicanos) que abusan de la coyuntura para robar o forzar un contexto donde los que más pierden son los vecinos de las colonias donde se amontonan los recién llegados.
¿Crees que exagero? Camina los alrededores de la Garza Nieto o la Bellavista y me entenderás. Urge apoyar a los vecinos y dar un solución concreta para un problema que crecerá y en el cual nadie quiere ensuciarse las manos.