¿Cuántos votarán en Monterrey si no consiguen ni funcionarios de casilla?
Para que tengamos una idea, para la elección se ocupa instalar mil 595 casillas; en cada una se ocupa una mesa directiva con un presidente, secretario, primer y segundo escrutador, además de tres suplentes. Cerca de 11 mil 165 ciudadanos.
En el arranque del proceso de la elección extraordinaria de Monterrey todo parece igual, pero en esta ocasión no hay elección de Presidente, es una elección única en el territorio.
Esto puede ser muy bueno, amigo lector, pero también muy malo. Me explico.
El proceso de logística de casillas, reclutamiento de personal, capacitación y selección de funcionarios de casilla, es un trabajo que por ley le corresponde al Instituto Nacional Electoral (INE), y lo harán las mismas personas que no capacitaron bien o seleccionaron mal en la pasada elección.
En honor a la verdad, cuando la Comisión Estatal Electoral se encargaba de esto, jamás se presentaron las inconsistencias o los errores que ocasionaron la anulación de la elección de alcalde.
Ayer nos enteramos que a dos semanas de la elección, la ocupación total de funcionarios de casilla va al 60 por ciento, según dijo el presidente de la Comisión Estatal Electoral, Mario Alberto Castillo, y aclaró que es responsabilidad del INE hacer ese reclutamiento.
“No somos ingenuos evidentemente, es una fecha que socioculturalmente tiene un impacto importante en el proceso de reclutamiento, en el proceso de participación”, agregó.
Para que tengamos una idea, para la elección en Monterrey se ocupa instalar mil 595 casillas. Y en cada una deberá haber una mesa directiva que estará conformada por: un presidente, secretario, primer escrutador y segundo escrutador; además de tres suplentes generales, de acuerdo con el INE.
Así las cosas se necesitan cerca de 11 mil 165 ciudadanos dispuestos a trabajar por su municipio desde muy temprano en la mañana del 23 de diciembre, después de haber tomado un par de capacitaciones.
Se supone que a los presidentes de casilla se les paga una cantidad de dinero, al principio se les ofrecieron 300 pesos, pero la gente no respondió, hoy la oferta para aceptar participar es de 600 pesos, y como siguen faltando ciudadanos, de seguro seguirá subiendo la cantidad de dinero que se oferte.
Hay que decir que este dinero es de la nación, es de los impuestos, se la quitaron a otra cosa para ponerla en la elección.
Y tenemos que recordar que los problemas de capacitación, los errores y las malas conductas, ocasionaron que se anulara esta elección y se repitiera.
El costo implica cerca de 50 millones de pesos que paga el estado de Nuevo León de su presupuesto (le quitaron una partida especial a la CEE que debía ser para unas oficinas operativas) y otra parte la pone la Federación mediante el INE.
En este espacio lo pedimos, solicitamos que no se les diera dinero a los partidos, pero la ley les otorgó una cantidad. Los anuncios en la televisión de Felipe, Adrián y Pato los pagamos los habitantes de Nuevo León, se les dio dinero para hacer una campaña de 15 días.
Le dimos dinero a Felipe para que se haga la víctima y haga un llamado bélico; se le depositó dinero a Adrián de la Garza para que nos mande un mensaje navideño de paz y seguridad… ¡Qué derroche tan ridículo!
Lo que está muy claro es que tendremos muy baja participación en una elección costosa, si ofreciendo dinero los funcionarios de casilla no se comprometen, eso nos anuncia que pocos votantes saldrán a la calle…
Salvo su mejor opinión, amigo lector, estamos en el momento justo para que se proponga con seriedad la segunda vuelta en resultados electorales cerrados o dudosos. Esta segunda vuelta forzada es costosa y nada beneficia gastar más dinero, o ¿quién asegura que a mayor gasto mejor democracia? No nos engañemos, el costo nada tiene que ver con los resultados… o usted, ¿qué opina?
Esta segunda vuelta forzada es costosa y nada beneficia gastar más dinero, o ¿quién asegura que a mayor gasto mejor democracia?