La homofobia no es broma
Lo más triste de todo el asunto con Kevin Hart, sus comentarios homofóbicos del pasado y por ende su renuncia a presentar los premios de la Academia para el próximo año, es que sea manejado como una “controversia” y no como no como un rotundo error.
Para que una controversia exista sobre un tema, deben existir opiniones encontradas sobre el mismo.
Con la homofobia no puede haber opiniones sino un total rechazo.
La homofobia es un discurso de odio de una persona hacia otra, una agresión sin justificación que puede derivar en violencia física y asesinato.
La homofobia mata personas. La homofobia no es una broma bajo ninguna circunstancia.
Comediantes como Rob Schneider no tardaron en intentar desviar la atención y en hacer pensar que esto es un asunto de “humor” o un tema de cazar tuits viejos de figuras públicas con comentarios poco afortunandos para perjudicarlos.
Esto no se trata de eso, se trata de acabar con la homofobia como algo opcional, como una “forma de pensar” que debe respetarse. Kevin Hart está fuera del Oscar y es lo correcto.
Ojalá que Ellen vuelva a tomar las riendas para que la Academia termine de dejar en claro su apoyo incondicional a la comunidad LGBT.
La homofobia debe terminar. No hay excusa.