María Espinoza. “No soy fiestera, pero me gusta la cocina coreana”
No todo es patadas y fama para la sinaloense, fuera del tatami la triple medallista olímpica se enfoca en su carrera universitaria y se relaja cocinando; le gustaría volver a clases de guitarra algún día
María Espinoza ha ganado tres medallas olímpicas, dos mundiales y tres de Grand Prix por su dedicación de tiempo completo al deporte, dejando de lado otras actividades que le gustan y que en algún momento le gustaría hacer o retomar, como la cocina y las clases de guitarra.
Después de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, la sinaloense se propuso terminar su carrera, Administración de Empresas, en la Universidad del Valle de México, pero no se puede dar el lujo de convivir con sus compañeros de escuela por la fama de ser medallista, los compromisos con sus patrocinadores, las invitaciones a impartir seminarios y sus entrenamientos. ¿Quién eres fuera del tatami? La principal actividad que hago fuera del taekwondo es ir a la escuela, algo que me apasiona mucho, llenarme de conocimientos. Otra de las cosas que me gustan son los festivales de cine, cuando puedo voy, ya que cumplo mucho con compromisos de patrocinadores o eventos.
¿Qué nos dices de tu gusto por la cocina?
Normalmente yo hago mi cena, desayuno y como en el Centro Nacional de Alto Rendimiento, y cocino muchas cosas de Sinaloa, muchos mariscos y también comida coreana. Aprendí a hacer platillos coreanos. Casi todos los días cocino, me hace sentir más tranquila y relajada.
¿Quién te enseñó a cocinar? Salí muy chica de mi casa, como a las 15 años, y cuando iba a visitar a una amiga yo debía cocinar y me decía “qué ricos te salen los huevos revueltos”. Yo lo platicaba en mi casa y me decían: “Pues cómo cocinará ella, si tú lo haces bien mal”… Ya después le hablaba a mi familia para saber cómo se hacían los frijoles puercos, el aguachile y el ceviche, y mi mamá me guiaba.
¿Has invitado a la gente de la selección a comer?
A algunos los he invitado a comer mariscos y, sobre todo, la comida coreana. A nosotros nos gusta mucho esa comida asiática porque vamos mucho a ese país y me piden que les prepare algunos platillos, pero a veces no tengo tiempo.
¿Has llegado a pensar en poner un restaurante?
Sí me gustaría, de hecho lo pensé en alguna ocasión. Primero he pensado en terminar mi carrera de administración y después estudiar gastronomía; hasta ahora son solo ideas, pero espero aterrizarlas porque me entretiene mucho la cocina.
¿Te llama la atención algún instrumento musical?
A pesar de que en Sinaloa les gusta mucho la música, yo no canto ni toco. Fui a clases de guitarra, porque me gusta mucho tocarla, pero no aprendí mucho, fui poco tiempo, por lo tanto es una de las actividades que me gustaría continuar haciendo.
¿Sientes que pagas el precio de ser triple medallista olímpica? Hay actividades fuera del entrenamiento, pero todo a su tiempo. Sin embargo, sí estoy muy enfocada a la preparación y a la universidad, hay ocasiones en que sacrifico el descanso por las actividades del patrocinio, eventos con el Ejército, la Federación, la Conade o el COM, por eso siempre me debo programar. Ya después, con todo el tiempo del mundo, me dedicaré a lo otro, ya cuando esté fuera del tatami.
¿Por qué administración? Siempre pensé en estudiar administración, terminé la preparatoria en San Luis y me metí a la administración de turismo, un poco porque me gustaba y por curiosidad. No terminé esa carrera y después estudié administración del deporte en línea, pero se me dificultó. Ahora me lo propuse después de los Olímpicos de 2016 y ya llevó dos años de carrera, me falta uno, pero no la terminaré en 2019 porque no meteré todas las materias, pues se viene el año decisivo para los Olímpicos de Tokio 2020.
“Pese a que en Sinaloa les gusta mucho la música, yo no canto ni toco ningún instrumento”
¿Tus compañeros te piden la selfie o el autógrafo?
No, nada de eso. Mis compañeros me ayudan mucho cuando salgo y me pasan lo que debo hacer de tareas y trabajos, saben mi situación. Uno de ellos me comentó: “Cuando no te conocía, no me preocupaba, pero ahora que ya sé quién eres, me preocupo un poco y estoy al pendiente de dónde estás”.
¿Te gustaría echar relajo con tus amigos de la universidad? Siempre quise vivir esa parte universitaria, pero cuando se da el final de curso, un cumpleaños o se reúnen los sábados, pues no puedo porque tengo compromisos o debo descansar. Además, no soy fiestera, soy más tranquila.