Preocupa cancelación de planes de Amazon en NY
Amenazas. Acusan a demócratas de oponerse a nueva sede satélite del gigante del comercio electrónico al mostrarse complacientes con los activistas radicales
Jeff Bezos, dueño de la compañía de e-commerce. El gobernador de Nueva York acusó a los demócratas que se oponen a la nueva sede satélite de Amazon en Queens de mostrarse complacientes con activistas radicales y advirtió que cargarían con la responsabilidad si la empresa se retira del acuerdo.
Andrew Cuomo respondía a un informe del Washington Post de que el grupo de comercio electrónico estaba reconsiderando la inversión en Nueva York que anunció con gran fanfarria apenas hace tres meses debido a la hostilidad local hacia sus planes.
“Entiendo muy bien la política. Pero nunca he visto una situación más absurda donde la indulgencia política y la complacencia evidente derroten un proyecto de desarrollo económico confiable”, dijo Cuomo, criticando a sus oponentes como oportunistas irresponsables culpables de “negligencia gubernamental”.
Amazon no abordó directa- mente el informe. En un comunicado, la compañía dijo que “se enfoca en involucrarse con nuestros nuevos vecinos” y —a través de inversiones en la comunidad— “trabajar duro para demostrar el tipo de vecinos seremos”.
Algunas personas familiarizadas con las negociaciones expresaron su sorpresa por el informe, aunque sugirieron que podría ser de ayuda para reorientar lo que se convirtió en un acalorado debate en Nueva York.
Mientras Virginia acogió cálidamente a Amazon, el otro destino que eligió para una nueva segunda sede después de una búsqueda muy pública a nivel nacional, llevó a una reacción negativa en Queens que ni la compañía ni los asesores locales habían anticipado.
Los ejecutivos de Amazon han sido criticados públicamente en una serie de reuniones del ayuntamiento recientes, donde los funcionarios aprovecharon el nuevo helipuerto que exigió la compañía, presumiblemente para el uso de su multimillonario fundador, Jeff Bezos.
Las quejas sobre el acuerdo van desde los 3 mil millones de dólares en incentivos fiscales que prometieron los funcionarios estatales y de la ciudad para atraer a una compañía que muchos creen que de todos modos habría llegado a Nueva York para disrumpir un vecindario que ya está tenso por la gentrificación. Activistas de izquierda, muchos afiliados a los Socialistas Democráticos de Estados Unidos, montaron una vigorosa campaña en tierra.
Las personas cercanas a Cuomo, quien defendió el acuerdo como “la transacción de desarrollo económico más grande en la historia del estado”, inicialmente desestimaron la oposición como políticos locales que buscan su parte del foco de la atención.
Pero empezaron a asustarse más después de un giro en los acontecimientos de esta semana en los que fueron rebasados por miembros de su propio partido y parecía que el acuerdo estaba en un verdadero peligro.
El Senado de Nueva York, controlado por los demócratas, designó a un representante de Queens, Michael Gianaris, quien ha sido un crítico abierto del acuerdo, a ocupar un puesto en la junta estatal que le otorgaría un poder de veto efectivo sobre el pacto.
Gianaris después propuso una legislación que evitaría que Amazon aproveche los nuevos beneficios fiscales de una “zona de oportunidad” para las inversiones en barrios desfavorecidos. El gobernador decretó el área de Queens en Long Island City, que rápidamente se está gentrificando y donde Amazon planea construir su nueva segunda sede, como un barrio de ese tipo a pesar de que no cumple con los criterios socioeconómicos.
“El comportamiento habitual de Andrew Cuomo implica presionar con ataques personales cuando no puede salirse con la suya”, dijo Gianaris al Financial Times. “Debería dejar de hacer berrinches y concentrarse en el hecho de que hizo un trato secreto que es malo para Nueva York”.
En una encuesta reciente que encargó Amazon se encontró que más de 70 por ciento de los residentes de Queens apoyaron el acuerdo, que promete traer 25 mil nuevos empleos al área en los próximos 10 años.
Los asesores de Cuomo creen que hay tiempo para ganar el argumento público antes de que se tiene programado que el estado otorgue la aprobación final al acuerdo en 2020.