El sonido crudo y primitivo, bajo el aura esotérica
Esta banda regiomontana con 26 años de trayectoria sale del inframundo y los conmemora con Oremus, un disco en formato de CD y cassette, con el black metal que retumba en su estado más visceral
Desde 1993, Haim (Mario Guevara; guitarra) y Victhorn (Víctor Lorenzo; voces) han extendido las tinieblas de Osculum, el que definen como ritual sarcastic black metal art. De manera reciente han sacado su producción Oremus (Macabre End Prods) en formato de CD y cassette, con buena respuesta en los círculos subterráneos internacionales. De su trayectoria de 26 años platican en entrevista los músicos, que han sellado un estilo desde las penumbras.
¿Cómo ha sido esta aventura de Osculum?
Victhorn: Mario y yo nos conocemos desde hace muchos años, él es muy buen músico y compositor, un día me invitó y nos acoplamos. Me dijo: Yo tengo esta música; y le comenté: Tengo estas letras, que eran para un grupo donde yo estaba. Nos juntamos, invitamos a otros compañeros y de ahí seguimos tocando. Nunca nos hemos separado, en algunos periodos sí por situaciones personales, pero durante 26 años hemos mantenido este proyecto.
¿Grabaron canciones nuevas para este CD?
Victhorn: El intro y el outro, “Oremus” y “The shameful nimbus”, que son las nuevas, las demás ya habían sido escritas a principios de los noventa, con el sonido crudo, primitivo, porque esa es la esencia, y así se escucha en este disco. Tenemos seis canciones más, cuatro nuevas y dos que son de principios de los noventa. Esperemos que salgan en un disco para julio de este año.
¿Musicalmente cómo trabajas las partes de la guitarra y bajo?
Haim: Trabajo sobre la base de los riffs, bajo las influencias de las bandas de la vieja escuela, grupos griegos como Varathron, Rotting Christ, ya después la oleada noruega, con Mayhem, todo viene siendo influencia para mí, y de ahí no trato de imitar, sino la misma
influencia te lleva a hacer algo propio. Solo va saliendo. Me pongo en la guitarra y empieza a fluir, y de esa manera voy construyendo los riffs y las melodías. Victhorn: Yo siempre he dicho que Osculum tiene su propio sello, a pesar de que es ya una banda vieja. El estilo primitivo melódico a veces triste, a veces rápido, a veces lento, a medio tiempo, es el
estilo de la banda y de cómo compone Haim.
¿Qué encontramos en sus letras?
Victhorn: Siempre me ha gustado mucho leer, sobre arte sacro, sobre idiomas antiguos, como el arameo, el latín, sobre todo. Siempre he tenido esa obsesión por escribir ese tipo de canciones con esos temas. A pesar de que es black metal primitivo, yo leo mucho sobre religiones, una cosa es que leas y otra cosa es que creas, pero te basas mucho, en lo personal, en algunos ritos antiguos, experiencias bíblicas.
¿Cuál fue la experiencia de escucharlo en cassette? Victhorn: Cuando empezamos a tocar, en esa época coleccionábamos viniles y cassettes, ahorita todavía se hacen, pero sí fue una experiencia muy reconfortante escucharlo, pues nos recordó esa época. Del cassette se hizo el trato con la compañía, se sacó y ha tenido muy buena respuesta, el CD también, y esperamos que el próximo ya sea en vinilo.
Haim: Cuando salió en el formato cassette lo sentí más sonoro, con gran calidad, y obviamente una gran satisfacción escuchar un material tuyo en ese formato.
¿Hasta dónde ha llegado su disco?
Victhorn: Se han ido discos para Holanda, Alemania, Suecia, Italia, Grecia, Brasil, Perú, Honduras, Los Ángeles, Nueva York, España, Francia. Hay varias compañías que nos están distribuyendo. Pero el sello que sacó el disco es de aquí de Monterrey, de Alejandro Vázquez González, quien ha sido amigo desde principios de Osculum. En los noventa nos llevó de gira con Absu, un grupo texano de black metal.
¿Qué sigue para Osculum? Victhorn: Este año tenemos el proyecto del disco con la misma compañía. La próxima tocada es el 22 de febrero en el bar Underground, en Saltillo. Además hay proyectos de gira en agosto y noviembre, esos son los planes. Y Osculum nunca se va rendir.