El enfermo está tan sano que se muere
Estamos requetebién. Eso dice el presidente Andrés Manuel López Obrador. Vamos hacia un sistema de salud como los de los países nórdicos, pero la condición es que nos libremos de la corrupción. Entre tanto el sistema agoniza, y no es una metáfora.
Veamos por partes. MILENIO Diario ha
documentado no una, sino muchas veces, el despido de miles de médicos y enfermeras en nombre de una pretendida austeridad republicana que en realidad ha sido una poda con machete y a ojos cerrados.
Pero cuando se le pregunta qué información tiene al respecto, sale con que “no se está despidiendo a nadie, a nadie. Es propaganda, es para afectarnos”. Y luego atribuyó el asunto al “hampa del periodismo”, que hace uso de la calumnia para, si no manchar, a menos tiznar.
Los hampones salieron a hacer su trabajo en todo el país y documentaron en video, con testimonios, con datos duros, las condiciones lamentables en las que está operando el sector salud, sin camillas, en el calorón, sin personal suficiente, sin medicamentos.
Pero cuando se le interroga al respecto, AMLO dice que los institutos de salud “tienen presupuesto suficiente”. Los directores de los institutos apelaron a la Cámara de Diputados y dijeron que les retuvieron algo así como 2 mil 300 millones de pesos. ¡Casi nada!
Como el Presidente tiene otros datos, dijo por la mañana que “no hay congelamiento de recursos, son inventos”. Y en San Luis Potosí dijo más tarde que si hay desabasto de medicinas fue porque los delincuentes de antaño hasta ese dinero se robaron. Y la todopoderosa oficial mayor de Hacienda, Raquel Buenrostro –una de las razones de que Germán Martínez dijera hasta luego al IMSS– culpó del desabasto al sector privado, que no le quiere cotizar…
Ante estos inventos del hampa periodística, ¿cómo explicar que por la noche Hacienda liberó 2 mil 464 millones de pesos? Claro, a condición de que los institutos mochen todavía en una quinta parte su estructura.
El presidente Andrés Manuel López Obrador está llegando a niveles preocupantes en cuanto a su negación de la realidad. La liberación de los recursos para atender lo más urgente del sector salud es una buena señal, pero una golondrina no hace verano. Esperemos que prive la sensatez.