Pionera en el estilo y la insdutria
La cantante de “Umbrella” se convirtió en la primera mujer negra que dirige una marca de ropa para el gigante francés del lujo Louis Vuitton, iniciativa “diferente y única”, según Rihanna, que promete revolucionar el mundo de la moda. La artista, de 31 años, nacida en la isla de Barbados, aseguró que no forma parte del selecto mundo de la moda, a menudo blanco y dirigido por hombres, y que desea “aportar su estilo”. Rihanna estuvo esta semana en el cóctel de presentación —aunque llegó tres horas tarde— y presentó los códigos de una marca que se resume en “todo lo que ella misma se pondría”, en una horquilla de precios de 200 euros, por una camiseta, a mil 300 euros por una parka reversible, la prenda más cara de esta primera línea.
Una silueta femenina y poderosa, extravagante pero lo suficientemente clásica para abrir sus fronteras a un público variado, con la sastrería como núcleo, de la que salen piezas de cintura marcada y ligeramente encorsetadas, hombros exagerados, sandalias afiladas o estrafalarios accesorios de bisutería.
“Siento más presión por el lanzamiento de mi marca que por el de cualquier álbum. Es la primera vez que desarrollo un proyecto en el sector del lujo y, sobre todo, no quería decepcionar a los que confían en mí”, explicó la cantante en una entrevista al diario Le Figaro.
Como Lady Gaga o Beyoncé, Rihanna ha aprovechado su éxito musical para servir de altavoz a nuevos diseñadores y marcas consolidadas.
Pero la cantante ha mostrado en los últimos años un especial interés en la costura, por ejemplo con su cercanía al diseñador tunecino Azzedine Alaïa, cuyas fiestas privadas en París frecuentaba, y hace tres años que su idilio con las telas comenzó a hacer ruido.