Una obra para la educación de género
KarenVilledatienelapoesíaylaesperanzaasu favor.Conellasvahilandohistorias,reflexiones, conversacionesyanálisisdeloquecomomujer y como periodista va comprendiendo sobre la violencia, sobre la desigualdad de género, haciendounescritoentrañableeinformativomás alládelhorrorquecausaloqueexpuesto.
sirve como una herramienta educativa?
Espero que sea leído por hombres y mujeres, que sirva para iniciar un diálogo. La editorial Turner y yo tenemos el hashtag #SerMujerEnMéxico, con el que pedimos que nos compartan experiencias en Twitter, porque ningún dolor es menor, ninguna experiencia de violencia debe minimizarse. ¿Cómo ha sido tu formación como escritora? El uso de la poesía en tu libro lo embellece, independientemente del dolor que encierra.
Comencé a escribir muy joven, porque leía desde muy chica. Me considero poeta: en todosmislibrosestálapartelírica,miindagación en torno al lenguaje, en su polifonía. No quería descuidarlalírica,susformas,porqueesohace más cercana y accesible la información.
¿Qué opinas de la manera en que está evolucionando el concepto de sororidad? Tenemos que entender que hay que unirnos para buscar acciones políticas muy concretas: demandar paridad de género, pensar y desarrollar políticas públicas, llevarlas a cabo, entender que la sororidad no quiere decir que seamos las mejores amigas, pero sí que podemos juntarnos para pedir cambios. Desde que estamos en la secundaria, en la preparatoria, nos hacen creer que nuestra enemiga es otra mujer; no es así.
En cuento que cuando yo era niña andaba en bicicleta, sola, en la calle, y ahora alguien de esa edad tiene que estar encerrada en su casa. La manera en que nos relacionamos con el mundo ha cambiado en las últimas décadas porque, además, nos enfrentamos a la trata de personas, a que te levantan y luego te prostituyen. Las más jóvenes siempre son las que están más expuestas. Si no nos apoyamos entre nosotras, nada va a pasar.