Obtusos y conversos
Son casi imposibles de lograr interlocuciones válidas con antiamloístas por la narrativa obtusa que profesan. El mundo está resuelto desde y a partir de sí mismos
La pugna, a menudo vitriólica y con muy poco fondo, de entre quienes ven con buenos ojos la presidencia de López Obrador y quienes la detestan visceralmente, permanece estancada pudriéndose en un odio clasista a lo mucho.
Esta última, permeada de un discurso ramplóndeodioydeignoranciasupinahasta incurre en humor involuntario, como el de la dama de Polanco en la vapuleada marchita capitalina del domingo pasado. Externó repudiar a AMLO porque según ella, su gobierno “subsidia cirugías transgénicas (sic) para cambiar de sexo”.
Estrambóticos lugares comunes, históricamente rebasados. Descontextualizadas cartulinas en el Monumento a la Revolución: “No al comunismo”. De ahí que haya enraizado la socorrida manipulación que México con AMLO se convertirá en otra Venezuela y desde ahí no sueltan la consigna irreal.
Son casi imposibles de lograr interlocuciones válidas con antiamloístas por la narrativa obtusa que profesan. El mundo está resuelto desde y a partir de sí mismos. Incluso se da el fenómeno en las filas periodísticas –que se supondrían un poco más versadas en la cultura del debate–. Un amanuense escribe que “el día que AMLO ganó las elecciones, su discurso me hizo creer que iba en serio lo de la transformación radical. Sin embargo – continúa el rememorante–, el informe-verbena en el Zócalo (en realidad la Plaza de la Constitución) vapuleó mis pocas esperanzas. Solo faltó el desfile de soldados y el papel picado tricolor para volver a 1976, y revivir el cambio de estafeta entre Echeverría y López Portillo”.
Ante tan delirante imaginación cabría que el opinante explicara a los lectores de su zaga personal, el por qué un “informe-verbena” de un vistazo le destruye sus menguadas esperanzas de cambio. Un misterio. Así es la fraseología anti AMLO, llena de vacíos sin argumentación que sirva. Eso no impide que el sujeto de marras descubra los aviesos
propósitos que él sí descubre: “A AMLO le urgía celebrar su triunfo pasado para hacernos olvidar el crudo presente”.
Obviando el triple salto mortal de su experiencia personal hasta el “crudo presente”, cabría preguntarle si por eso se refiere al reportado crecimiento de la BMV al día de hoy a 213 mil millones de pesos, un crecimiento de 2.2%. O que siete grandes empresas mexicanas incrementaron su valor de mercado en más de 20% en el trimestre recién concluido. O tal vez la “cruda realidad” sean para él las reservas internacionales del país incrementadas a 178 mil 868 millones de dólares, su mayor nivel desde el 9 de octubre de 2015. Por lo menos en la Bolsa Mexicana de Valores todo es felicidad y nada saben de crudas realidades
Por raro contraste, varios miembros de la comentocracia que tienen en común en sus emisiones radiofónicas, en sus conducciones televisivas o en la redacción de sus artículos una distinguible fobia contra López Obrador, hicieron recuentos del primer año de AMLO que, aunque deben tomarse con una pizca de sal, no pueden registrarse más que como reconocimientos y elogios a la gestión del Presidente de la República.
Loret de Mola: “El respaldo al T-MEC, un presupuesto con equilibrio fiscal, el cambio a la ley para saldar esa vieja deuda con las trabajadoras del hogar, la apuesta por la democracia sindical, acabar con la simulación de las factureras, la austeridad que tiene que ver con no derrochar el ejercicio del poder. Y sobre todo: ver a un Presidente innegablemente trabajando”.
Denise Dresser: “Lo primero que nos tomó a contrapié es que empezó al día siguiente. Intensidad, prisa y exposición, son características de este gobierno que no había visto en ningún otro. Su cercanía con la gente”.
Joaquín López Dóriga: “Su lucha contra la corrupción, hacer de ella el eje de su gobierno. La mañanera es su principal herramienta de gobierno. La cercanía que tiene con la gente y lo cómodo que se siente”.
Sergio Sarmiento: “Está comprobando que comentar es comunicar. Su comunicación me parece que es extraordinaria”.
Genaro Lozano: “Comunica lo que se le da la gana. Maneja los medios. La decisión política de incrementar del salario mínimo y no por ello aumentó la inflación”.
René Delgado: “El reavivamiento del debate público; hace mucho que no se debatían políticas nacionales como se debaten ahora. El sacudimiento de las estructuras políticas tradicionales. El arrojo en el ejercicio del poder”.
Raymundo Riva Palacio: “La manera como trabaja y maneja los símbolos que habla mucho de la ruptura con aspectos que parecen superficiales, pero que al mismo tiempo son tan profundos como liquidar Los Pinos como la casa presidencial, su forma de transportarse: este tipo de mensajes sí te habla de una ruptura con el pasado”.
Álvaro Delgado: “Por primera vez en décadas se captura a un empresario de la magnitud de Ancira Elizondo, presidente de AHMA, rey del acero en México y en Latinoamérica; un personaje que se hizo de esa empresa por su relación con CSG”.
Becerra Acosta: “El combate al huachicol y creo le va a ir muy bien al país”.