Acumuladores compulsivos. La serie exhibe vacíos emocionales
¿Realmente necesito lo que estoy comprando o lo que estoy guardando? Es la interrogante que deja el programa Acumuladores compulsivos que, en su temporada 10, ha logrado un mayor acercamiento con la audiencia mexicana, pues cada vez logra más adeptos.
“Y eso se debe a que todos tenemos un grado de acumuladores”, dijo Nancy Salazar, Fundadora de ElOrdendelasCosas,unaempresa que presta sus servicios de organización;yquelomismoayudaapersonas que pueden tener “un mínimo desorden en su negocio, que aquellos que tienen un verdadero desastre en sus casas, lo cual acarrea una crisis”, destacó, en la activaciónqueorganizóA&Eparavivir la experiencia de un acumulador.
Sin embargo, esa manía de acumular cosas solo tiene remedio “cuando realmente la persona quieren hacerlo, pues en muchos casos, como sucede en la serie, la gente piensa que al desechar ciertos artículos se le está haciendo un daño, porque hay un grado en el que se vuelve dependiente de esos objetos por recuerdos o añoranzas”, explicó Salazar, quien reconoció que hay casos en que si se requiere ayuda especializada del psicólogo o psiquiatra.
“Lo guardo por las dudas. Así funciona su cabeza”, explicó Robin Zasio, doctora en psicología y trabajadora social clínica; que con un equipo de profesionales trabajanencadacasodeestaserieallado deunorganizadorqueayudaamejorarelestilodevidadequienessufren de este trastorno mental.
Aclara que, a diferencia de un coleccionista “que tiene un plan muymetódicoyestratégicoasociado a la colección, que elige los objetos, los cuida y los exhibe de cierta
protegidos”._ forma; quien tiene el trastorno de acumulación, no tiene esa habilidad para organizar ni la capacidad de valorar esos objetos de una forma que sean