La presa Libertad y su contaminación oculta
Nunca me ha convencido el proyecto de la presa Libertad y creo que mi escepticismo ahora no tiene
retorno.
Hace unos días caminé la zona y enseguida pude visualizar aspectos que preocupan. Primero en cuestión de infraestructura y logística para un proyecto que será faraónico. Luego, porque hay algunos comuneros que están funcionando como prestanombres para que terceros adquieran tierras. Mientras tanto, los comisarios ejidales no han recibido ofertas concretas (legales) del gobierno porque ni siquiera saben en cuánto están valuados los terrenos. Problemón porque llegarán imponiendo un precio por ejidatario cuando lo normal es que en una misma propiedad vivan sus hijos también en otras casas. ¿Le pagarán a cada persona o darán una sola cifra por terreno? ¿Les conseguirán trabajo al alejarlos de su fuente de ingreso? La mayoría me explicó que difícilmente aceptarán.
Cuestiones que manchan la viabilidad de un proyecto que el congreso local aprobó muy a gusto desde sus despachos citadinos, pero pareciera que no tienen ni madres de idea sobre lo que pasa.
¿Otro detalle perturbador? Toda la población que vive en la zona de la Libertad lleva años sin utilizar agua de los afluentes del río que abastecerá la presa porque está muy contaminado. No se bañan ni la toman porque el excremento de miles de vacas la volvió inutilizable. Estos grandes desarrollos ganaderos (muy cercanos) durante las lluvias derraman toneladas y hasta el olor es insoportable para ejidatarios que dependen de sus propios pozos donde además, lo que abunda es el “agua azufrosa”, no potable para el ser humano.
Conclusión: la construcción de la presa Libertad es un negocio muy sucio donde otra vez quieren hacernos tontos (pendejos, según la RAE) con un proyecto que tiene demasiadas irregularidades sin abordar correctamente.