Aterradores episodios urbanos
El significado de la palabra bizarro en español es valiente, incluso es sinónimo de alguien apuesto. Del inglés bizarre nos viene la definición de extraño. Esto quiere decir que hemos ido incorporando el significado en inglés y que en español esa palabra ya cuenta con otra acepción. Este libro es un mosaico que se apega a la definición del inglés, miscelánea de hechos extraordinarios que han
ido nutriendo nuestra cultura. Fresco, dinámico, divertido y con colores llamativos para quien los necesite, de acuerdo a su necesidad motivacional.
Los textos están clasificados en cuatro temas: política, “el universo alterno de México en el que gobierna lo verdaderamente inverosímil”; leyenda urbana ,“aterrador es episodios que habitan el imaginario colectivode los mexicanos ”; entretenimiento ,“para nuestra histórica desgracia, el mayor entretenimiento es el humor in voluntario” y santoral ,“a estos personajes sería ideal prenderles una vela dora muy de cerca, muy”. Los tres últimos apartados son los mejor logrados. Porque, seamos honestos, leer los artículos relacionados con la política que nos recuerdan lo peor de los sexenios anteriores, deprime, enoja y hasta asco provoca.
El humor y la memoria de ambos autores queda a la vista, así como su peculiar manera de abordar los asuntos que, para desgracia nuestra, sucedieron en nuestro país. Nada de lo narrado es ficción, todo es verdad y el cristal con que se mira está salpicado de sátira y asombro. Seguramente no pocos lectores dirán: “Es netaaaaa”.
“Carnitas de manatí” recuerda la ocasión en que decidieron llevar estos animales a Xochimilco para que acabaran con el lirio acuático, considerado una plaga. Seguramente algunos turistas los confundieron con sirenas de gráciles cuerpos, pero dice la leyenda que terminaron en exquisitos tacos para los pobladores de la zona. De carnitas pasamos al pozole para contar cómo fue que un humilde albañil optó por darle un giro a su profesión y dedicarse a hacer pozole de cuerpos humanos, contratado por el crimen organizado. Y de postre, tenemos otra leyenda urbana: “Mi nombre es chayote”, un retrato del periodista más leído que acumuló una fortuna, en los años 60, Carlos Denegri.
Todo un banquete de lo inverosímil, bazar de asombros, es lo que hay en estos aterradores episodios urbanos.