Abogados... prófugos amparados
La detención del abogado Juan Collado el martes por la tarde, en Ciudad de México, causó revuelo en los círculos políticos, por tratarse del representante legal de personajes de la talla del ex presidente Enrique Peña Nieto y del líder petrolero Carlos Romero Deschamps,
entre otros.
Más allá de las interpretaciones políticas y de los mensajes que su captura y encarcelamiento signifiquen, todos esperan que no se trate de venganzas políticas del nuevo gobierno y que las acusaciones no sean infundios, como ocurre en muchos de estos casos.
Un día antes, el lunes por la mañana, en Nuevo León corrió como reguero de pólvora la orden de aprehensión librada en Ciudad de México contra el ex subprocurador Anticorrupción, Ernesto Canales Santos, presentado en su momento como el personaje que enviaría a la cárcel al ex gobernador Rodrigo Medina y a diversos ex funcionarios de su administración.
Canales Santos, visitante asiduo de las capitales europeas, se halla de viaje por el Viejo Continente, por lo que sería difícil que el brazo de la justicia mexicana lo alcance, menos cuando ayer se dio a conocer que logró conseguir un amparo contra la orden de captura por fraude administrativo en el juicio promovido por Paula Cusi, quien fue su cliente.
Si bien se trata de un caso que lleva varios años radicado en los juzgados de Ciudad de México, el proceso no había avanzado hasta poner a Ernesto Canales al borde de la cárcel.
Hasta lo obligaron a echar mano de ese recurso que tanto detestaba como subprocurador Anticorrupción: el amparo de la justicia federal para no ser encarcelado. Será que sospecha que ya perdió su condición de presunto inocente.
Canales siempre criticó los amparos que promovieron el ex gobernador Medina y sus ex colaboradores, hoy por cierto, todos libres y tan campantes.
Si abogados como Juan Collado y Ernesto Canales son inocentes como aseguran, deberían de confiar en la justeza de los jueces, igualito que lo exigen en sus litigios a clientes como Paula Cusi, que sigue sin recibir justicia.