Familias frente al fuego y El exorcista
Maravilloso. Familias frente al fuego, el reality show de cocina que se estrenó el domingo pasado en Las Estrellas, es maravilloso. ¿Por qué? Porque más allá de sus magníficos resultados, representa una aportación poderosísima para Televisa.
¿Aportación? ¿Qué clase de aportación? Mire, no nos hagamos tontos, el consorcio de Emilio Azcárraga estaba bastante estancado en materia de reality shows. No solo no salían de lo mismo, le estaban faltando al respeto a los niños de México con programas como Pequeños gigantes y las producciones tendían a ser anticuadas, repetitivas, cero creativas.
Familias frente al fuego es un producto tan fino que ni parece de Televisa. Está bien hecho, bien narrado y es increíblemente positivo.
Bien hecho: ¿se fijó en el monumento de foro en donde se grabó este proyecto? Nada que ver con nada que se hubiera montado antes en Televisa ¿Se fijo en la selección de participantes? No más historias patéticas jala rating para privilegiar el chantaje emocional antes que el talento. ¿Se fijó en los jueces y la conductora? Una gran mezcla de lo popular con lo elitista pasando por la belleza, el prestigio y el carisma. Adoro lo que están haciendo ahí Inés Gómez Mont, Belén Alonso, Antonio de Livier y Carlos Gaytán. ¡Esto es divino! Bien narrado: ¿se dio cuenta de que todo fue claro, sin prisas y diferente? ¡Es una conquista!
Increíblemente positivo: Familias frente al fuego es el homenaje que la gran familia mexicana estaba esperando desde hace años en ese canal. Por nada del mundo se lo pierda. Ahí va a pasar algo grande. De mí se acordará.
Inés Gómez Mont y los chefs.
Lo nuevo
Cuando me dijeron que se iba a estrenar El Exorcista en el teatro Ramiro Jiménez pensé: esto puede ser o el bodrio del año o una obra fundamental. No hay medias tintas. Estamos hablando de la versión teatral de una de las películas de terror más emblemáticas de todos los tiempos, de una novela que muchos recordamos con fascinación.
El martes pasado estuve en el estreno de este ejercicio y lo único que le puedo decir es: corra a verlo. Si a usted le gustan las obras como La dama de negro y El fantasma frente al espejo, flotará de placer mirando esta combinación fantástica de grandes nombres como Cinthya Klitbo y Diego de Erice (que están espectaculares) con portentosos efectos especiales, una iluminación de primera y unos efectos de sonido que le sacaran varios sustos a lo largo de las más de dos horas que dura. Como a nadie le dieron programa, boletín ni nada, no tengo la menor idea de cómo se llaman el resto de los actores, el director y el productor, pero estamos hablando de un show muy atractivo y muy bien montado. Se nota que es gente nueva, pero gente que lo que quiere es darle un buen momento de terror al público. Las niñas que salen aquí, por ejemplo, están como para aplaudirles de pie. Todavía no entiendo cómo le hacen para retorcerse de esa manera porque todo lo que en la película se hace con efectos ópticos, aquí lo hacen con sus cuerpecitos entre gritos, groserías y cosas que sacuden a los espectadores. Luche por ver El Exorcista en teatro.
alvaro.cueva@milenio.com