Gobierno provoca apocalipsis narco
Los peores años para los regiomontanos están por venir y me preocupa el desdén de las autoridades sobre la situación. O sea, estamos muy cerca de presenciar cómo el contexto de seguridad del estado se sale de control, pero pareciera que los funcionarios creen dominarlo.
Una falacia que solo ellos se están creyendo y que es demostrativa de sus fallas como tomadores de decisión. Y si observamos un mapa del área metropolitana desde las afueras hacia el centro, el número creciente de personas asesinadas es la muestra más obvia del modus operandi clásico cuando las plazas se reacomodan.
Cadereyta, Salinas Victoria, García y Juárez son municipios periféricos considerados de alto riesgo desde siempre, pero que muchas veces se mantienen con perfil bajo, porque así conviene a la propaganda estatal. Me refiero a que además de San Pedro como destino de líderes narcos, las operaciones más sensibles de los cárteles se operan las periferias, cuyas rutas de salida y logística favorecen el avance de los grupos.
Pero cuando tienes un gobernador más preocupado por sí mismo y organismos de seguridad con perfiles ajenos a la coyuntura, las mafias rompen los acuerdos que los acotaban a ciertas zonas e intentas avanzar pensando en las próximas elecciones estatales.
Con esta perceptiva, la violencia arreciará en el área metropolitana porque se ha liberado el terreno para que cárteles con mayor peso nacional (y pactos) se afiancen en la Sultana pensando en el 2021. Un comportamiento esperado y que responde a un circuito denarcomenudeo, giros negros y lavado de dinero, cuyos testaferros o líderes criminales se vuelven desechables.
Conclusión: el índice de personas asesinadas superará las cifras récord, porque las autoridades dejaron crecer a las organizaciones criminales y ya no las pueden controlar. Es una cuestión de hechos, números y no de suposiciones. Cualquier gobierno que no jala será sobrepasado y manipulado por la delincuencia.