Y tú, ¿cómo amas?
Hoy queda claro que la vida erótica de los seres humanos es muy variada en cuanto a formas, modos y voces, explica el psicoanalista Maximiliano Martínez Donaire.
Las formas del placer sexual llevan una marca personalquecreaunasingularidadqueseconforma en un dúo particular, al encontrar una forma de expresión propia al lado de alguien; cada pareja conformará una variedad amorosa y ejemplo de ello sería La forma del agua de Guillermo del Toro.
El psicoanalista se refiere a los demisexuales (nuevo término para referirse a los asexuales) como aquellos que logran sentir atracción sexual solo cuando existe una fuerte conexión emocional o intelectual con el otro.
Ejemplo: dos personas se encuentran después de un tiempo y reactivan antiguas conexiones emocionales que hacen de esa interacción algo nuevo, que evoca lo que ambos vivieron una fuerte conexión intelectual, emocional o de una profunda amistad.
Dichos sujetos se reservan para la experiencia sexual hasta una etapa más madura de la relación, puede ser que sientan la atracción física en las miradas, en el cuerpo, en la química, pero no logran anclarse hasta que aparecen otros aspectos que pueden ser de origen moral, ético, religioso o ideológico.
Dependen del lazo emocional y de lo intelectual para ir sumergiéndose en la atracción erótica y el vínculo emocional profundo, explica Martínez Donaire.
Las historias en las que encontramos amistades entrañables llenas de admiración, de respeto y aceptación son experiencias significativas que brindan confianza.
Actualmente es difícil para las personas acceder a este tipo de relaciones, ya que se encuentran saturados por formas digitales y cibernéticas que los llevan a encuentros casuales y efímeros.
Ejemplos sobran, como el sexo adolescente vía mensajes de texto (sexteen) o el intercambio de imágenes y videos (nudes), los encuentros vía aplicaciones de chats de ligue, que solamente dejan sensaciones de vacío por la falta de compromiso y de lazo afectivo.
Es la urgencia del aquí y el ahora, promiscuo y anónimo, como si no existiera un mañana.