Ecovía arregla solo 1.7% de las quejas de 2019
Hasta mayo se recibieron 230 comentarios de usuarios sobre fallas mecánicas, hacinamiento y tiempos de espera, pero solo se han solucionado 4
Aunque el estado tomó las riendas de la Ecovía desde finales del 2016 bajo la consigna de mejorar el servicio, la realidad es que no ha podido solucionar las constantes quejas de los usuarios sobre las fallas mecánicas de las unidades, el hacinamiento o el tiempo de espera para abordar.
Lo anterior debido a que hasta mayo de este año se recibieron 230 quejas, de las cuales se solucionaron 4, un 1.7 por ciento, de acuerdo con información solicitada vía transparencia por el colectivo Únete Pueblo al sistema de transporte.
Asimismo, en el 2018, la Ecovía recibió un total de 625 quejas y de éstas se solucionaron 23, equivalente al 3.6 por ciento. Mientras que en el 2017 admitieron 384 quejas y solucionaron 18, 4.6 por ciento del total.
Es importante destacar que del 2017 al 2018 se registró un repunte del 66.75 por ciento de las quejas y para este 2019 prácticamente ya empató a las inconformidades que se recibieron el año pasado en el mismo periodo, que fueron 235.
En un recorrido de MILENIO Monterrey por diversas estaciones de la Ecovía, partiendo de Valle Soleado, se recolectaron los testimonios de los usuarios que utilizan frecuentemente este sistema de transporte.
Varias personas, incluido un chofer, informaron que las unidades a veces se paran a mitad del recorrido porque se sobrecalienta el motor o por fallas en las llantas y en las puertas.
“De repente se paran porque
se les apaga o no funciona bien el motor, por eso van con las tapas abiertas. Tenemos que esperar otra unidad para podernos transbordar”, explicó Patricia, de 34 años, en la estación Valle Soleado.
Antes de tomar el camión en la estación Las Américas, Everardo Gallardo, de 45 años, explicó que en un año ya van seis veces que se sobrecalienta la unidad en la que viaja y deben detener el recorrido.
Manuel, un señor de 60 años, contó sobre la vez que una unidad iba tan llena que se zafó el piso o la base del camión.
“Una vez se cayó todo, veníamos acá por Félix U. Gómez y de repente se llenó de a tiro y ¡zácatelas! se cayó todo (la lámina del piso). ¡Se cayó como el Titanic! Fue muy curioso cómo se sumió todo”, dijo.
Afortunadamente en esa ocasión nadie salió herido, dijo, pero tampoco les ofrecieron alguna atención médica a los pasajeros y se limitaron a cambiarlos de camión.
Patricia consideró que la tarifa de 14.30 pesos no se justifica con el servicio que ofrece, ya que a veces los cajeros de recarga no funcionan o no hay tarjetas, además de las largas filas y el tiempo de espera para abordar las unidades.
“En veces van hasta vomitándose los camiones, donde no cabe la gente. Está bien mal el servicio, ¿cómo vas a tener las tapas abiertas y luego lo que cobras?
“No traen a veces los cajeros ni tarjetas, ni efectivo, ¡ni nada!”, alegó.
Como parte del recorrido se constató que algunos asientos iban sueltos, el clima no servía ni tampoco algunos focos. Por fuera el camión presentaba golpes y ralladuras, y en la parte trasera –en donde está el motor– la tapa iba levantada.
El 11 de octubre del 2016, en su primer informe de actividades, el gobernador Jaime Rodríguez ordenó la requisa de la Ecovía, bajo el argumento de que la concesionaria Servicio de Transporte Tecno Ecológico no cumplió con sus obligaciones y habían muchas deficiencias en el servicio.
En ese entonces Rodríguez Calderón aseguró que se mejoraría el servicio.
Se ha señalado hasta el desprendimiento del piso de unidades
En octubre de 2016, el gobernador anunció que se requisaría el servicio