De cultura, incultura, racismo y xenofobia
Sobran motivos para discriminar a los extranjeros, como el sentimiento antimexicano que motivó la masacre en el Walmart de El Paso, Texas, a manos de un joven estadunidense que puede ser cualquiera: desde Donald
Trump, hasta un militante del Ku Klux Klan, el sheriff de Maricopa, Arizona, o un agente de la Patrulla Fronteriza lleno de odio contra los ilegales.
Pero encaja también para la naturaleza de los mexicanos, de los españoles o de los franceses que fundan gran parte del rechazo a los extranjeros ilegales en la defensa de sus empleos.
Vienen a quitarnos el trabajo, dicen algunos.Aquí no caben, que sigan su camino, exigen otros. Hay quienes aseguran que con ellos crece la inseguridad.
En el caso de México, olvidamos que hace nueve o 10 años, el factor de la migración no estaba tan presente como ahora y los migrantes centroamericanos fueron más bien víctimas inermes, como en la masacre de San Fernando en 2010.
Y los tiroteos de El Paso, Texas y Dayton, Ohio, que dejaron más de 30 muertos en un solo día, exhiben de nuevo que el gobierno de Estados Unidos no está dispuesto a frenar y regular la posesión indiscriminada de armas entre sus ciudadanos.
Pero nos obliga también a revisar nuestra xenofobia, nuestro rechazo a los forasteros, sobre todo a los que no vienen a invertir su dinero, sino a pedir una oportunidad de trabajo.
Hay que reflexionar de manera global sobre la amenaza que nos representan los extranjeros: ¿será porque son pobres?, ¿será por su color de piel?, ¿será porque roban nuestros empleos?, ¿será que tememos a la mezcla racial?
O será por lo que dicen otros más ignorantes: porque vienen a deformar nuestra cultura, olvidando el origen del idioma que hablamos.
Vale recordar la conclusión de Sigmund Freud en su carta de respuesta a Albert Einstein, en 1932, a la pregunta de ¿por qué la guerra?, ante la amenaza del nazismo que desataría, siete años después, la Segunda Guerra Mundial: “(...) todo lo que trabaja en favor del desarrollo de la cultura, trabaja también contra la guerra”.