Nuevo León, de nuevo en crisis política
Caiga o no caiga a fin de cuentas la famosa “sanción ejemplar” contra el gobernador y el secretario general de gobierno, Nuevo León se encuentra ya en crisis política.
Cualquier proyecto, acuerdo o compromiso
que pase más allá de diciembre quedará cubierto con un velo de irrealidad. Por el velo de la destitución.
La semana pasada, al entrar los oficios en la Comisión Anticorrupción del Congreso estatal, se empezó a hablar de un castigo ejemplar ante la petición del Tribunal Electoral de sancionar a gobernador y secretario.
El presidente de la Comisión, Arturo Bonifacio de la Garza, todavía como legislador de Morena, dejó claro el jueves pasado lo que ya era un acuerdo entre partidos: “No va a ser una llamada de atención, no va a ser un reclamo, ni un pellizco”.
Y ayer los coordinadores de bancada del PRI y del PAN hablaron de destitución como un camino. “Que sepan los ciudadanos que la sanción o posible destitución del gobernador sí está sobre la mesa y en su momento se va a llevar a cabo un estudio y una propuesta de dictamen por parte de la Comisión Anticorrupción”, dijo Francisco Cienfuegos.
Carlos de la Fuente, por su lado, añadió que irían a ver donde se hayan presentado decisiones parecidas: “Entendemos que en el estado de Durango hay una situación muy similar, donde se han destituido funcionarios”.
No han funcionado los intentos gubernamentales por minimizar el pecado y su penitencia. El gobernador Jaime Rodríguez ha comentado que no es tema, y ha soltado un par de indirectas cada vez que se topa con el senador (y aspirante a gobernador) Samuel García, quien junto con sus correligionarios de MC, ha sido el impulsor de esta denuncia y del cumplimiento de la sanción por parte del Congreso. Manuel González, secretario de gobierno, comentó la semana pasada que estaba inquieto, pero tenía que estar tranquilo.
Ahí está diciembre, como un velo que les impide enfocarse en las tareas de gobierno. Tendrán que negociar su permanencia sobre cualquier otra cosa. Y a ver...