Mujeres, ciencia y letras
Adela Muñoz Páez, catedrática de química inorgánica de la Universidad de Sevilla, en España, ha publicado un libro muy interesante por su temática y la manera sencilla de narrar sucesos de gran importancia en la historia de las mujeres: Sabias. La cara oculta de la ciencia.
Cuando vi la portada pensé que sería un libro más de esos que presentan semblanzas sobre las mujeres sin profundizar en la información. No obstante, desde su inicio, el libro te atrapa.
Aquí no hay introducción, sino “Una revelación premonitoria”, en la que Adela recupera una supuesta sentencia de Enheduanna, suma sacerdotisa, poeta, escritora y princesa, hija del rey Sargón I de Acad, en el sur de Sumeria. Al salir de un estado de revelaciones, afirmó: “Comenzará un periodo oscuro en el que las sacerdotisas serán expulsadas de los templos y las diosas de los altares. Las mujeres no podrán formar parte del Consejo y se convertirán en una propiedad más de los hombres, como las ovejas o las cabras. Pasará más de un sar (medida de tiempo equivalente a tres mil 600 años) antes de que las sacerdotisas vuelvan a los templos y la diosa del amor vuelva a ser adorada”.
La escritora señala: “El relato recogido más arriba no es real porque ninguna mortal ni diosa sumeria habría podido imaginar hasta dónde llegarían los hombres en su inequidad en el trato a las mujeres, relegándolas al papel de siervas y manteniéndolas alejadas de todos los cenáculos de sabiduría y poder durante más de cuatro milenios”.
Quedando claro, la historia se abre. Vamos del Olimpo a las sabias griegas, a las mujeres de Alejandría, a las monjas en los conventos, al Renacimiento, llegando a los primeros movimientos femeninos para destacar todos los logros en la ciencia que han obtenido diversas mujeres, poco reconocidas y valoradas.
Hildegarda de Bingen, Olivia Sabuco, Maria Sybilla Merian, Marie Paulze-Lavoisier, ganadoras de premios Nobel, inventoras, pensadoras deambulan por estas páginas que entretienen, llevan por un recorrido maravilloso en la historia y ponen muy en alto el nombre de esas mujeres que no se dieron por vencidas al explotar su mente. Gracias a todas ellas.