Los dos papas
1 . No. No me refiero a la exitosa película que ha recibido ya numerosas reseñas, críticas y comentarios. Anoto, más bien, que la preocupación causada por la renuncia al papado de Benedicto XVI, hace ya casi siete años, pareciera que se ha vuelto realidad. En aquel momento, no pocos teólogos y vaticanistas se preguntaban si la presencia de Ratzinger en el Vaticano, ahora como Papa…
2. … emérito, no traería consigo la confusión de que la Iglesia Católica contara con dos cabezas al mismo tiempo. El renunciante quiso tranquilizar los ánimos, y prometió que se dedicaría a la lectura y la oración el tiempo que le quedara de vida. No faltó quien sugiriera que, para evitar roces, mejor pasara el resto de sus días en la natal Alemania. Pero Ratzinger prefirió residir en el Vaticano.
3. Yo advertí que la presencia del alemán en Roma era un arma de doble filo. Por una parte, si se mantenía cauto y lejano de las intrigas curiales podría significar un respaldo para el Papa argentino, como el abuelo respetuoso al que se le consulta alguna duda. Pero si trataba de inmiscuirse, opinando y cuestionando lo decidido por Francisco, estaríamos ante la presencia de … dos papas.
4. Un reciente estira y afloja editorial parece corroborar lo segundo. Resulta que el cardenal africano Robert Sarah acaba de publicar el libro
Desde lo más profundo de nuestros corazones, en el que aparecía como coautor el Papa emérito. El texto, de manera directa, cuestionaba la posibilidad, cada vez más probable, de que se permita a varones casados acceder al sacerdocio. Defiende el celibato, pues.
5. Surge el libro mientras el mundo entero espera que Francisco apruebe esa moción, recomendada en el reciente Sínodo de la Amazonía. Se trata, entonces, de un dardo envenenado que busca pinchar a Bergoglio, valiéndose del respaldo que su antecesor le está dando a Sarah, uno de los más abiertos opositores al actual pontífice. Ratzinger se deslindó, pero el golpe está dado.
6. Los defensores de Francisco insisten en que él es el único Papa, y ven en el libro o una manipulación del anciano Ratzinger para atacarlo, o un deseo del alemán por seguir interviniendo en el rumbo de la Iglesia. Es bueno el debate y preferiría que el emérito expusiera su posición sobre ese tema. Pero que lo haga desde Alemania, y sin sotana blanca, para no dar la impresión de que tenemos dos papas.
7. Cierre ciclónico. Leímos ayer, en un Boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede: “El Santo Padre ha nombrado a la doctora Francesca Di Giovanni, subsecretaria del Sector Multilateral de la Sección de Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado”. Órale. La laica es doctora en derecho y tiene 30 años trabajando en el Vaticano. Tendrá autoridad sobre los obispos, especialmente los nuncios.
Advertí que la presencia del alemán en Roma era un arma de doble filo