Lecciones que nos dejará el covid-19
En los estados de Chiapas y Campeche hay optimismo porque los contagios nuevos y de hospitalizados por covid están en cifras de dos dígitos, mientras en Nuevo León seguimos con números que no permiten avanzar más rápido en la reactivación económica, que es urgente.
En esos dos estados es muy probable que pronto regresen a clases presenciales, como lo adelantó ayer el secretario de Educación Pública federal, Esteban Moctezuma, lo cual demuestra que la enfermedad está en retirada, pese a la resistencia inicial e incluso la violencia en muchas comunidades chiapanecas a acatar las medidas de prevención.
En el caso de Nuevo León, otra vez estamos a ciegas sobre las zonas con mayor incidencia de covid, que se hicieron públicas por unos cuantos días y hasta se armaron brigadas de cacería del virus mediante la aplicación de pruebas justo en esos sectores de más alto contagio.
Pese a ello, en los últimos días se puede ver una luz de esperanza porque las defunciones llevan un descenso sostenido, así como los pacientes que requieren de hospitalización, lo que podría significar que dentro de algunas semanas, podríamos estar como en Chiapas y Campeche: al borde de tener el semáforo federal en verde para reabrir las actividades económicas, laborales y escolares sin restricción alguna.
Será entonces cuando haremos no solo el recuento de daños en la economía, del atraso en la educación y de las irreparables pérdidas de vidas que se llevó el covid.
También será necesario un serio análisis sobre el atraso como país en materia de atención médica, pero sobre todo en la formación de especialistas, y eso que en Nuevo León presumimos de ser uno de los estados con mayor “turismo de salud”.
Esa deficiencia en formar los especialistas que hoy, en tiempos de covid, hacen falta en los hospitales, como los neumólogos, son hoy la diferencia entre la vida y la muerte para pacientes graves.
Por desgracia, la demanda de especialización no está enfocada en las necesidades de la salud pública, sino en lo que deja dinero y hoy, paradójicamentelafacturaenvidashumanas es impagable.
Siempre será más importante curar un pulmón atacado por el coronavirus, que hacer una rinoplastía. Así de simple.