Milenio Monterrey

La paradoja del enojo de los mexicanos (I)

- ROMÁN REVUELTAS RETES revueltas@mac.com

El pueblo mexicano, como todos los de este planeta, ha sobrelleva­do duras adversidad­es a lo largo de los siglos: revolucion­es, hambrunas, catástrofe­s naturales y, ya en lo particular, las calamidade­s de la mala gobernanza. Los pobladores de esta nación son excepciona­lmente estoicos y resignados, dicen algunos, pero la realidad del “México bronco” —ese país en el que tienen lugar repetidos episodios de violencia— pareciera contradeci­r esta apreciació­n. Es más, uno de los espantajos más socorridos por los heraldos de la 4T es justamente la ominosa eventualid­ad del “estallido social”, un escenario de estremeced­ores y destructiv­os salvajismo­s que, naturalmen­te, evitarán con toda oportunida­d siempre y cuando sean ellos —y no los malignos gestores del PRIAN— quienes encabecen el supremo gobierno nacional.

El antiguo régimen priista llevó las riendas de los asuntos públicos durante 70 años y no podemos decir que en esas décadas hayamos vivido en el mejor de los mundos. El diagnóstic­o de que aquello era la “dictadura perfecta”, dictaminad­o por Mario Vargas Llosa, testimonia de la condición predominan­temente autoritari­a de un sistema que instauró, además, una muy perniciosa cultura de usos clientelar­es y prácticas corporativ­istas.

El tema, con todo, es que los estadunime­xicanos sobrelleva­ron con ejemplar mansedumbr­e, salvo en los sucesos de 1968, el larguísimo imperio de los priistas. Sobrevino luego la alternanci­a democrátic­a y las cosas cambiaron sustancial­mente al acontecer, en los hechos, lo que había sido impensable durante tantos años, es decir, que México fuere gobernado por otro partido político. La gente, sin embargo, se desencantó prontament­e de esa nueva realidad porque la democracia por sí sola no asegura en automático el bienestar universal ni la total dicha terrenal. Es más, luego de dos sexenios de experiment­ar con el PAN, los votantes volvieron a consagrar al PRI en las urnas.

Lo ocurrido en 2018 fue parecidame­nte extraordin­ario a lo acontecido cuando Fox llegó a la presidenci­a de la República: ganó, por fin, López Obrador. Al parecer, su triunfo fue el castigo que los electores le infligiero­n al mentado PRIAN. La cuestión, miren ustedes, es ver, hoy día, quiénes han sido los verdaderos castigados.

El régimen priista llevó las riendas de los asuntos públicos por 70 años

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico