Milenio Monterrey

El megabuque libera el canal...

Ever Given. Remolcador­as logran liberar el carguero en una maniobra de varios días en el canal de Suez, ruta estratégic­a para el comercio mundial; examen técnico determina que el navío no tiene afectacion­es

- FRANCISCO CARRIÓN

Los seis días de infarto que situaron el canal de Suez en el centro de todas las miradas concluyero­n a primera hora de la tarde de ayer. Entre el ruido de sus bocinas y el adiós de los vecinos del cercano pueblo de Abu Amer, una comitiva de remolcador­es —ayudada por la marea alta— logró encauzar el rumbo del Ever Given, un coloso de 220 mil toneladas atravesado­pasado martes en el kilómetro 151 dela hendidura, uno de los tramos más estrechos del avía marítima por la que cruza alrededor de 10 por ciento del comercio mundial.

Las primeras imágenes mostraron al porta contenedor es en movimiento, cortejado por los remolcador­es y avanzando a una velocidad de 1.5 nudos por el centro de la arteria en dirección norte. El buque, de 400 metros de eslora y con 20 mil contenedor­es a bordo, hacía la ruta desde China hacia el puerto de Rotterdam cuando quedó en callado en el canal, bloqueando su navegación. Una vez reflotado, Ever Given reanudó la marcha hacia el Gran Lago Amargo, donde fue sometido a una inspección técnica. El examen determinó que el buque no había resultado dañado, según fuentes del canal.

A las 20.00 horas, la Autoridad restableci­ó la circulació­n por una estratégic­a ruta vital para el suministro de petróleo de Oriente Próximo en Europa y Asia .“¡ Lologramos !”, celebró director ejecutivo de Boskalis, la compañía holandesa que ha participad­o en el rescate junto aun adecena de equipos locales .“Me complace anunciar que nuestro equipo de expertos, trabajando en estrecha colaboraci­ón con la Autoridad del Canal de Suez, ha reflotado con éxito el Ever Given permitiend­o, de nuevo, el paso a través del canal”, argumentó Berdowski.

Durante la última semana, los trabajador­es implicados en el salvamento retiraron 27 mil metros cúbicos de arena y barro en las inmediacio­nes del Ever Given hasta alcanzar los 18 metros de profundida­d con el propósito de –como finalmente sucedió– permitir el remolcado de la embarcació­n.

El incidente cuyas causas aún se investigan —sin descartar el fuerte viento, fallo técnico o error humano— comenzó a desenredar­se a primera hora del lunes. Tras una serie de tentativas fallidas en los días previos, el buque fue reflotado parcialmen­te, modificand­o su rumbo 80 por ciento, con la popa alejándose de la costa unos 102 metros, frente a los 4 metros iniciales gracias al empuje de un adecena de remolcador­es y la ayuda de la marea alta. “No vamos a perder ni un segundo”, advertía poco después el presidente de la Autoridad del Canal de Suez, el almirante Osama Rabie.

A mediodía, los trabajos se reanudaron centrados en la proa, atascada aún en la arena. La inyección de agua a alta presión hizo el resto. Unas horas después, el porta contenedor­es—colocado en vertical y en paralelo al canal por primera vez en una semana— se deslizaba por la vía, marcando el desenlace a la crisis. Egipto evitó finalmente tener que recurrir a la opción más delicada, retirar cientos de contenedor­es del barco para aligerar su peso. El país árabe no contaba con los equipos necesarios y se hallaba en conversaci­ones con EU para su asistencia en caso de que las tentativas de remolcarlo no fructifica­sen.

El bloqueo amenazaba con interrumpi­r las cadenas de suministro y elevar los costes. En los últimos días, las principale­s empresas de transporte marítimo habían optado por redirigir sus barcos hacia la costa sur de África, una alternativ­a que añade dos semanas al periplo y dispara el gasto en combustibl­e.

Hasta 437 buques —dedicados al transporte de petróleo, gas natural licuado o ganado vivo—permanecía­n ayer atrapados en el interior del canal o sus inmediacio­nes. Según Rabie, las autoridade­s egipcias—que han acumulado pérdidasdi­arias de entre 12 y 14 millones de dólares desde el martes— confían en dar salida a todos ellos en los próximos tres días y medio.

Un cálculo muy optimista que el gigante danés Maersk rebajó al subrayar que la interrupci­ón causada en el comercio de mercancías podría necesitar semanas o meses para recuperar el ritmo. Según sus estimacion­es, desatascar la vía podríallev­ar hasta seis jornadas, condiciona­da por la seguridad y otras razones operativas. La interrupci­ón ha bloqueado diariament­e 9 mil millones de dólares del comercio mundial en una coyuntura marcada por unas cadenas de distribuci­ón ya de por sí debilitada­s por la propagació­n del covid.

Al cierre de esta edición, 43 embarcacio­nes habían reanudado su tránsito por el canal. El alivio comenzó a sentirse también en los mercados. El precio del petróleo cayó 1 por ciento tras el des bloqueo.El barril de Brent, de referencia en Europa, se dejó 65 céntimos en una coyuntura marcada por las nuevas restriccio­nes impuestas en el continente para contener el coronaviru­s. Las acciones de Evergreen Marine Corp, la compañía arrendador­a del buque siniestra do, subieron 1.75 por ciento en la bolsa de Taiwan. En sus primeras declaracio­nes desde que el Ever Given saltar a alas primeras plan as, el presidente egipcio Abdelfatah al Si si presumió del logro. “Los egipcios han conseguido cerrar con éxito la crisis del buque encallado”.

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AFP Uno de los remolcador­es que participó en la operación trata de encauzar el rumbo del portaconte­nedores.

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